Cuando Cardiff se vuelve loca por el fútbol

"Es magnífico, estoy tan orgulloso", grita Tony Taylor, metalúrgico jubilado con la camiseta de los Dragones en la espalda, feliz luego de la clasificación histórica de Gales a semifinales de la Eurocopa-2016, que siguió por televisión desde Cardiff, ciudad que acostumbra a vibrar más bien por el rugby.

A lo lejos se escucha un canto que sale desde los pubs: "Entonces, Inglaterra, ¿lo vieron?". Es que el hermano-enemigo inglés fue humillado y eliminado en octavos de final por Islandia, por lo que las gestas de los Dragones se agiganta aún más.

Los galeses humillaron a la favorita Bélgica el viernes por la noche, en Lille (3-1).

En Cardiff, alrededor de 6.000 aficionados de fútbol se reunieron en la 'fanzone' instalada en el marco bucólico de Bute Park. Al término del partido de Lille, no podían creer la hazaña que acababan de firmar con dianas de Ashley Williams, Hal Robson-Kanu y Sam Vokes. Se frotaban los ojos y sí, era realidad. El Gales de Gareth Bale había pasado a semifinales.

Entre esos hinchas estaba Tony Taylor, a quien le faltaban las palabras: "Sé que la selección había alcanzado los cuartos de final en el Mundial de 1958, pero esto..."

Al principio, Tony y su mujer, originarios de Port Talbot, un puerto industrial cerca de Swansea, se habían acercado a Cardiff con su hijo Richard y su novia Sophie para ver un partido internacional de ... cricket entre Inglaterra y Sri Lanka, el sábado. Era el cumpleaños de Richard, de 32 años, y parecía un buen lugar para pasar tiempo juntos y festejar.

Pero el muchacho, ingeniero en informática, que había visto el debut en Francia de los Dragones, reveló que no pudo viajar porque estaban festejando su cumpleaños: "Hubiera ido si mi cumpleaños no hubiera estado previsto aquí".

Richard y Sophie se deben casar el 10 de junio del año próximo y la fecha no se eligió al azar. "Es seguro que no habrá fútbol en ese momento", respira la futura esposa.

En todo el país ocurre lo mismo, una alegría inmensa que no se puede creer. "Ha sido la noche más grande de la historia del fútbol galés", exclama en el plató de la televisión Ryan Giggs, excapitán de los Dragones y verdadera gloria del fútbol galés.

"Sobre todo me impresionó el partido que hicieron: los galeses transformaron a Bélgica, el número dos mundial de la FIFA, en un equipo ordinario. Y al final fue una victoria cómoda", explicó el expunta del Manchester United. El equipo que dirige Chris Coleman ocupa el puesto 26 en la clasificación de la FIFA.

"Los galeses fueron el mejor equipo en el campo de juego, en todos los aspectos del juego: en defensa, en ataque, ganaron los duelos mano a mano, todo parecía fácil", analizó el exjugador de 42 años que se convirtió en comentarista de medios y que acaba de abandonar el Manchester United, donde era entrenador adjunto.

Las celebraciones sobrepasaron al país. La prensa del Reino Unido, que enterró a la Inglaterra de Wayne Rooney, jugó con el nombre del mejor jugador del partido, el delantero Hal Robson-Kanu, quien metió un tanto a lo Johan Cruyff.

El Times tituló "Hal-lelujah", felicitando a los galeses. El Mirror también: mezclo el nombre de Robson-Kanu con el famoso "Yes we Kan" (Yes we can, si podemos), que nació fuerte en la campaña de Barack Obama en Estados Unidos. "Príncipes de Gales", escribió el Sun, mientras el Daily Express felicitó a los "Gloriosos Galeses".

Como si la UEFA lo hubiera sospechado, la próxima final de la Liga de Campeones será en el Millennium de Cardiff, el 3 de junio próximo. Una vez más, la capital galesa le robará el protagonismo al rugby, deporte en el que históricamente Gales es una potencia.

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