España, la transformación de Brasil-2014 a Francia-2016

La percepción de la selección española ha cambiado en apenas diez días, los que pasaron tras perder en casa contra Georgia (1-0), 137 en el ránking de la FIFA, y la exhibición en el segundo partido de la Eurocopa contra Turquía (3-0).

La Roja, con sus dos victorias en la presente Eurocopa de Francia-2016, nada parece tener que ver con aquel equipo que cayó en el Mundial de Brasil-2014 sus dos primeros duelos, contra Holanda (5-1) y Chile (2-0), estando eliminada antes de su tercer compromiso contra Australia, a la que ganó por 3-0.

Al contrario que hace dos años, ahora ha ganado los dos, primero a la República Checa (1-0) y luego a Turquía (3-0), asegurándose el pase a octavos y haciendo que la prensa internacional se rinda a sus pies.

Pero el seleccionador español Vicente del Bosque es fiel a su filosofía de hombre pausado y quiere rebajar la euforia.

"Hemos cumplido el primer objetivo, con buenos partidos, con un control del juego y hemos metido goles que era una carencia. Todo perfecto, pero todavía no hemos ganado nada. Estamos en el buen camino, pero solo hemos superado la primera fase y queda mucho camino por delante", señaló.

Más allá de las precauciones de Del Bosque, el equipo ha mostrado una nueva cara.

En Brasil-2014, Del Bosque apostó por un delantero centro, el hispano-brasileño Diego Costa, con ningún bagaje de adaptación a la selección española.

En Francia-2016 ha elegido a un delantero centro como Álvaro Morata, de 23 años, que ha jugado en todas las categorías inferiores de la selección española, que se mueven con el mismo sistema que la absoluta y lo tiene asimilado.

Morata ha marcado dos goles ya en la Eurocopa.

Del Bosque, además, ha encontrado un once titular. En los duelos contra República Checa y Turquía ha repetido alineación.

El seleccionador español no había repetido el mismo equipo en los últimos 52 partidos, desde que lo hiciera en la primera fase de la Eurocopa de 2012, contra Irlanda y Croacia.

Además, España ha marcado cuatro goles sin recibir ninguno en esta Eurocopa.

Con el cambio generacional en la delantera (Morata) y en la portería (David de Gea por el gran capitán Iker Casillas), Del Bosque ha decidido cargar el juego por las bandas, ya que los equipos rivales tienden a cerrarse atrás, sabiendo que la posesión será abrumadoramente española.

Debido a ello, acompañando a los centrales Sergio Ramos y Gerard Piqué, ha colocado a dos laterales, Juanfran Torres a la derecha y Jordi Alba a la izquierda, que en el pasado fueron extremos y ahora son defensas.

Andrés Iniesta en gran forma, trata de abrir el juego por las alas, apoyado por Jordi Alba en el lateral y Nolito más adelantado.

Cesc Fábregas es el encargado de construir por la derecha con la ayuda de Juanfran y de David Silva en la vanguardia.

"En cada partido tenemos que jugar con defensas de casi once jugadores, muy pobladas. Lo más complicado es romper esas barreras, por lo que los laterales son fundamentales en la forma que jugar de la selección", explicó Cesc Fábregas.

La mala imagen dada en Brasil ha servido de motivación, unido a esa apuesta por cargar más el juego por las bandas para abrir las defensas pobladas.

"Tenemos la decepción de Brasil y eso nos debe hacer estar más centrados que nunca en esta competición", afirmó Iniesta un día antes del debut contra la República Checa.

Ese juego por las bandas y la posesión, que sigue siendo la base de la selección española, son las apuestas de la Roja en esta Eurocopa.

"Por suerte, nosotros no tenemos que ir detrás del balón y correr 90 minutos detrás del balón. Eso te desgasta y es difícil sobrevivir a eso. Es nuestro estilo, es nuestra forma de jugar", explica Iniesta.

España vuelve a ser la que ganó el Mundial-2010 y las Eurocopas-2008 y 2012, pero Del Bosque teme el ambiente de euforia.

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