Mientras hay ofertados un total de 14.000 dorsales, mil más que en la edición anterior, el número de inscritos registrados hasta el momento ha superado los 9.000. Destaca igualmente que de esos 9.000, unos 2.000 proceden de otros países, lo que iguala la cifra de años anteriores en la salida cuando quedan tres meses para que se dispute la carrera, cuya organización y celebración fue externalizada por el Consistorio a la empresa Motorpress Ibérica, para las ediciones 2015, 2016, 2017 y 2018.
La Maratón de Sevilla, según han manifestado durante el acto, ha conseguido el reconocimiento en el último año de la Federación Internacional de Atletismo, IAAF, que la ha incluido entre las pruebas con catalogación Silver Label, y también la nominación de la Federación Española, que la ha ascendido en el ránking nacional hasta colocarla en el segundo puesto, superando a Madrid y Barcelona, y colocándose justo por detrás de Valencia.
Este ascenso se ha visto propiciado por las condiciones propias del recorrido, ubicado a nivel del mar, protegido del viento, prácticamente plano, que favorece la consecución de marcas sobre todo entre los aficionados. Este año, además, se va a adelantar la salida en media hora para que la aclimatación de los deportistas sea más adecuada a las temperaturas previstas.
"COTAS DE CALIDAD"
Espadas ha señalado otras novedades, como "el nuevo diseño de la medalla", que facilita que la prueba "continúe creciendo, alcanzando cotas de calidad que las llevan a situarse entre las mejores de Europa", conclusión en la que coincidieron tanto Abel Antón como Martín Fiz. Los reconocimientos internacionales por parte de las respectivas federaciones "no sólo confirman que las decisiones que tomamos en su día fueron acertadas", sino que también animan a mantener la apuesta por esta prueba "no sólo como reclamo deportivo, sino también, como un reclamo turístico importante".
Según cálculos del Ayuntamiento y la organización, los 13.000 participantes de la edición 2016 dejaron en Sevilla un retorno económico de unos "9,4 millones de euros, lo que propició un impacto sobre la renta sevillana de 14.726.515 euros, y un impacto absoluto de 37.112.321 euros, lo que supuso un incremento del 20 por ciento con respecto al año anterior". Incluso se propició "la plena ocupación hotelera en fechas que no se corresponden con la temporada alta".
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