Nuevos horizontes para la F1 en EEUU con el arribo de Liberty Media

La toma de control de la Fórmula 1 por el grupo estadounidense Liberty Media abrirá nuevos horizontes para esta disciplina en Estados Unidos, donde lucha por imponerse ante otras categorías de deportes mecánicos.

"Cuando usted escucha 'F1', sabe exactamente de qué se trata, una competición mundial que expone la tecnología más reciente y atrae a los mejores talentos en ingeniería y aerodinámica", destaca Gene Haas, patrón de la escudería de F1 del mismo nombre, la única estadounidense en esta disciplina.

La F1 "ejerce un enorme llamado y llamó obviamente la atención de Liberty Media. Estamos felices de poder trabajar con ellos", precisó Haas en un comunicado a la AFP.

"Ver que Estados Unidos va a desempeñar un gran papel en la Fórmula Uno, es una historia formidable para nosotros", destacó Mario Andretti, de 76 años, uno de los dos pilotos estadounidenses que ganó un campeonato mundial de F1, que se disputan desde 1950.

Hay solo un Gran Premio sobre 21 organizado por Estados Unidos, en Texas. Al "patrón" de la F1 Bernie Ecclestone le gustaría poder organizar más pero no le resulta fácil encontrar promotores listos a arriesgar dinero en una disciplina que no tiene gran arraigo en Estados Unidos, mientras que atrae la atención de 400 millones de espectadores de Grandes Premios en el mundo.

Es sobre Gene Haas sobre quien recae actualmente la tarea de hacer vibrar a los fanáticos estadounidenses. Pero en su escudería tiene como pilotos a un francés, Romain Grosjean, y a un mexicano, Esteban Gutiérrez, a falta de pilotos estadounidenses de primer nivel dispuestos a correr en la F1.

El último, Alexander Rossi, disputó algunos GP de F1 el año pasado, antes de retirarse con poca suerte...para ir a retomar su éxito en las 500 millas de Indianápolis en mayo. Y la última victoria de un piloto estadounidense se remonta a Mario Andretti, en el año de su consagración en 1978.

Del lado de los constructores, si bien Ford proporcionó a la F1 su célebre V8 Cosworth durante una veintena de años, únicamente Gene Haas retomó la posta. Pero escogió para su primera temporada este año desarrollar un chasis construido por la firma italiana Dallara y equipar sus vehículos con un motor proporcionado por Ferrari. Es que él mismo se dio cuenta que construir su propio monoplaza tendría un costo prohibitivo.

Sin embargo, el público estadounidense ama el deporte motor y el éxito de las carreras Nascar lo prueba.

Pero esos bólidos que parecen coches de serie, que corren en pelotones estrechos donde los accidentes son numerosos, están en las antípodas de los monoplazas de la F1, en la que las carreras parecen a veces procesiones aburridas.

La serie estadounidense de monoplazas IndyCar tiene en su calendario las 500 Millas de Indianápolis, que atraen a cientos de miles de espectadores cada año.

En esta disciplina, los pilotos disponen de coches casi idénticos, algo que evita las distancias demasiado importantes en las carreras, lo que las hace más espectaculares. Allí también la diferencia con la F1 es grande, pues en la Gran Carpa los equipos intentan siempre sacar una ventaja tecnológica sobre sus rivales.

Chase Carey, exresponsable de 21st Century Fox (grupo Murdoch), donde desarrolló la cadena Fox Sport -que transmite las carreras Nascar en Estados Unidos-, aportará a Liberty Media su experiencia en cobertura televisiva y marketing.

El millonario John Malone, que controla Liberty Media, posee una participación en la Fórmula E (eléctrica) a través del canal de televisión Discovery.

Si esta disciplina, que quiere promover un deporte mecánico "limpio", aún tiene dificultades para establecerse, algunos imaginan ya carreras de Fórmula E levantar el telón de los Grandes Premios de F1.

Mario Andretti, por su parte, no ve a la F1 marchar en el sentido de dotarse de vehículos idénticos, como en la IndyCar, para animar el espectáculo. "Deben mantener el aspecto técnico que hace su reputación", dijo en una entrevista con la AFP.

Pero si, como hizo Ferrari con Gene Haas, sale menos caro para una escudería entrar en la F1, él no descarta ver a su propio hijo, Michael, que también corrió en F1 y tiene escudería en IndyCar y en la Fórmula E, tocar la puerta de la F1.

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