Orlandito Ortega, entre las vallas y su pasión por el Real Madrid

  • "Siempre pienso que los campeones tienen que estar al lado de los campeones", en referencia a él y al Real Madrid. 

    La plata olímpica puede catapultarle a un sueño, dar el saque de honor en un partido del Real Madrid.

Orlandito Ortega, entre las vallas y su pasión por el Real Madrid
Orlandito Ortega, entre las vallas y su pasión por el Real Madrid

A Orlando Ortega se le iluminan los ojos cuando habla del Real Madrid. En Rio-2016, ante preguntas sobre atletismo o su especialidad, los 110 metros vallas, responde con cortesía. Pero si le hablas del equipo blanco se desmelena.

"Soy madridista 100%. Eso lo llevo en la sangre·, lanza como tarjeta de presentación el vallista de 26 años, nacido en la localidad cubana de Artemisa, que dio a España este martes una plata olímpica en 110 metros vallas.

Difícil imaginarse a Ortega embebido en el fútbol y el Real Madrid, en un país como Cuba, donde el béisbol y los peloteros son los ídolos.

"Siempre tuve esa pasión por el Real Madrid, desde que nací en Cuba. Siempre me ha gustado mucho este equipo. Siempre pienso que los campeones tienen que estar al lado de los campeones. No es que me considere un campeón, pero sí me gusta rodearme de los mejores", añade.

La plata olímpica puede catapultarle a un sueño, dar el saque de honor en un partido del Real Madrid.

"Me conformaría con conocer a los atletas uno por uno, a todos los jugadores del Real Madrid. Antes que hacer el saque de honor lo que me gustaría es chutar y meterle un gol a Keylor Navas", afirmó.

Su padre, Orlando Ortega, que es también su entrenador, recuerda que a 'Orlandito' como él llama a su hijo le llegó la vena madridista muy niño.

"En Cuba, todos los fines de semana transmitían partidos de la liga española y él siempre se identificó con el Real Madrid. Siempre le gustó ese equipo", recuerda el padre en conversación con la AFP.

Orlando padre, en cambio, no comparte esa pasión por el Real Madrid, sino que se identifica con su gran rival, el FC Barcelona.

"Yo siempre seguí al Barcelona desde que llegó Ronaldinho, porque era fan de él desde que comenzó a jugar en el PSG", recuerda.

"Pero nosotros jamás discutimos por la rivalidad entre el Real Madrid y el Barcelona. Eso sí, bromeamos mucho y nos burlamos uno del otro durante los clásicos", añade.

Pese a la afición al fútbol de su hijo, Orlando padre no piensa que a su hijo le hubiese gustado ser profesional de este deporte.Su abuela era entrenadora de Atletismo

"No lo creo. Aunque su abuelo fue miembro de la selección cubana de fútbol en los años 60 y 70, el primer deporte que eligió practicar fue el boxeo y luego el taekwondo", indica.

"Su abuela, mi madre, era entrenadora de atletismo en un área especial para chicos de entre 8 y 12 años y él muchas veces la acompañaba a los entrenamientos, por lo que le fue gustando la idea y dejó los deportes de combates y pasó al atletismo", indica el padre y entrenador.

Pero no siempre hizo 110 metros vallas. Probó varias pruebas de atletismo, antes de irse metiendo en esa especialidad.

"A la edad de 11 años, ingresó en la Escuela de Iniciación Deportiva, en la que yo formaba parte del colectivo de entrenadores y bajo mi tutela continúa la practica del atletismo", señala Ortega padre.

"En sus dos primeros años, comenzó en los eventos combinados, como vía de desarrollo de sus capacidades físicas. Ahí realizó 60 metros planos y con vallas, saltos de longitud y altura, e incluso pértiga", añade.

"Más adelante, al cumplir los trece años comenzó a especializarse en las carreras de 110 y 300 metros con vallas", indica.

El padre del nuevo campeón se emociona al hablar de su hijo y de su infancia en Cuba.

"De niño fue un chico tranquilo, un cubano más. A esa edad le gustaba jugar con los chicos del barrio a cualquier juego que se inventaran. Tuvo una niñez muy feliz, rodeado de la familia, ya que era el primer niño de la casa. Primer nieto, primer sobrino. Siempre tuvo mucha atención de todos sus familiares", explica.

Ortega se escapó de la delegación cubana que estaba compitiendo en el Mundial de Moscú-2013 y tres años después representa a España.

Según su padre, la plata olímpica ganado en Rio-2016 merece el agradecimiento de su hijo tanto a España como a Cuba.

"Tenemos mucho que agradecer a Cuba por propiciar la formación como atleta de alto rendimiento y a España por darnos el apoyo para la continuidad de su carrera deportiva", resume su padre.

Pero España tiene la ventaja de que le permite estar más cerca de su gran pasión: el Real Madrid.

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