Visión y calidad, claves del fútbol de Colombia para conquistar América

Un cóctel de proyectos a mediano plazo, buena materia prima y fortalecimiento institucional ha puesto al fútbol de Colombia en la cúspide, luego de que dos de sus grandes clubes se coronaran campeones en los máximos torneos de América.

"El triunfo tanto de Atlético Nacional como de Independiente Santa Fe es fruto del trabajo que vienen realizando los clubes en Colombia en diferentes categorías, a la capacidad de los técnicos, al haber encontrado muy buenos jugadores", dijo a AFP el extécnico de la selección Colombia Eduardo Lara.

Atlético Nacional se alzó en julio con la Copa Libertadores, la segunda de su historia y la tercera del país, tras derrotar al ecuatoriano Independiente del Valle, completando la cruzada que meses antes había empezado Santa Fe.

El equipo bogotano se llevó la "otra mitad de la gloria" continental cuando en diciembre le ganó a Huracán de Argentina la Copa Sudamericana, un título que ningún otro club colombiano había alcanzado y que buscará retener en la nueva versión de esta competición que se inició el martes.

La gloria de estos trofeos tiñó de dorado las páginas del fútbol colombiano, cuyos clubes solo tenían en sus vitrinas dos Libertadores: la de Nacional (1989) y la de Once Caldas (2004).

"Es un gran momento el que está viviendo el fútbol colombiano (...). Colombia lo viene demostrando en todas y cada una de las competencias donde tiene la oportunidad de participar", precisó Lara.

El exdelantero Sergio Galván Rey, goleador histórico del fútbol colombiano con 224 anotaciones, y quien defendió a Nacional, a Santa Fe y a Once Caldas, coincidió. "En gran parte se debe a la materia prima, a la calidad del jugador colombiano, y a que son equipos con proyectos, convicciones e ideas claras", indicó.

Para el periodista deportivo Nicolás Samper, el "fortalecimiento institucional" ha sido fundamental. "Le apostaron a talentos propios, a recautivar a los hinchas (...). Nacional tiene buenos ojeadores y también le apuesta al proceso en sus inferiores (...), Santa Fe sostuvo a una base", explicó a AFP.

Puso como ejemplo a Santa Fe, que ganó en 2012 su séptimo título liguero tras 37 años de sequías. Según Samper, después de dificultades institucionales que lo sumieron en la ley de quiebras, de la que salió ese año, asumió una nueva dirigencia que se trazó unos "objetivos deportivos claros".

Desde entonces, los cardenales han obtenido dos títulos de liga, dos Copa Colombia y dos Superliga, además de la Sudamericana.

En tanto, la realidad de Nacional cambió desde 1996, cuando fue comprado por la Organización Ardila Lülle, uno de los principales grupos económicos del país, afirmó. "Cambió la cantidad de reproches por la financiación que había en el fútbol colombiano", aseveró Samper, en referencia a los recursos del narcotráfico en el deporte.

Los verdolagas han cosechado 16 trofeos a nivel local e internacional, convirtiéndose en el equipo más ganador de Colombia. En el marco de ese proceso, además, se consolidaron Marlos Moreno, David Ospina, Camilo Zúñiga, Juan Fernando Quintero, Dorlan Pabón, Alex Mejía y Edwin Cardona, todos vendidos al exterior e integrantes de la selección Colombia.

Por su parte, en Santa Fe se destacaron Camilo Vargas, Jonathan Copete, Yerry Mina, Daniel Torres, Francisco Meza y Wilson Morelo. Los seis partieron al balompié internacional. "Los jugadores colombianos ya no necesitan pasar por Argentina o Brasil para llegar a Europa", anotó Galván.

En el éxito de las escuadras cafeteras también hay un factor externo: la debacle del fútbol argentino y brasileño, ausentes en la última final de la Libertadores y con sus federaciones inmersas en desequilibrios institucionales.

"Colombia viene trabajando muy bien las categorías de la base y ese es el fruto que se está recogiendo. De pronto Argentina y Brasil están pasando por un mal momento por todo lo que han dejado de sembrar", dijo Lara.

Samper, por su parte, recordó que en la década de 1980 los cuadros de esos dos países "tenían el peso de las camisetas" y el reconocimiento de practicar un fútbol ofensivo y vistoso. Pero "sus clubes han perdido su grandeza", aseveró.

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