"No es por dinero, pero una pequeña sanción no hace daño", declaró Han Rütten, responsable de la información del Colonia en el periódico local Köln Express, asegurando que la multa sería donada a una clínica pediátrica de Colonia.
El montante reclamado corresponde a un metro cuadrado de césped y dos horas de trabajo para replantarlo.
"Si me envían la factura la pagaré, pero creo que nuestro encargado del césped repararía el punto de penal más rápido", replicó Hitz irónicamente en su página de Facebook.
El sábado, justo antes que el penal fuese lanzado, Hitz estropeó el piso de césped con los tacos de sus botas ante la mirada del árbitro, Daniel Siebert.
Algunos segundos más tarde, el delantero francés del Colonia, Anthony Modeste, vio cómo el portero detenía su lanzamiento desde los once metros (58).
El paraguayo Raúl Bobadilla puso en ventaja al Augsburgo en el minuto 64 mediante un golpe franco, lo que dio la victoria a los bávaros.
"No fue la acción más justa, debo admitirlo. No lo volveré a hacer más", aseguró Hitz, mientras que su entrenador Markus Weinzierl admitió que la formá en que reaccionó "no es ni buena, ni inteligente, ni justa".
El antiguo seleccionador alemán Berti Vogts, que comentaba el partido para una cadena de televisión, sugirió que Hitz haga una donación de 50.000 euros a obras de caridad para compensar su actitud antideportiva.
La DFB indicó a la agencia de deportes alemana SID, filial de la AFP, que no abriría una investigación contra el portero suizo de 28 años.
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