¿Quiénes son los "hooligans" rusos?

Desde el inicio de la Eurocopa en Francia, los "hooligans" rusos dan más que hablar que su selección nacional. ¿Quiénes son? Un repaso rápido en cinco puntos.

Los primeros grupos de "hooligans" en Rusia aparecieron tras la caída de la Unión Soviética en 1991. Entonces, la figura del "hooligan" inglés, famoso en los años 80, sirvió lógicamente de modelo y los primeros grupos, secretos y bien organizados, aparecieron.

"Aquí no había grupos antes del inicio de los años 1990. Se inspiraron en los 'hooligans' del fútbol inglés. Querían imitarlos", explica Vladimir Kozlov, autor de un libro y de un documental sobre estos fanáticos rodado por la televisión rusa.

El término "firm", que designa en argot inglés a estos grupos de hinchas violentos, aparece tal cual en ruso. La jerarquía de los "firms" es secreta, pero la "Yaroslavka", el grupo de "hooligans" del CSKA de Moscú, es uno de los más conocidos.

Los "hooligans" rusos tienen una vida normal y corriente, tienen familias. Además, son más jóvenes y están en mejor estado físico que sus homólogos ingleses, estiman dos "hooligans" rusos que participaron el sábado en los enfrentamientos en Marsella que dejaron 35 heridos.

"No bebemos y hacemos ejercicio, mientras que ellos beben y no practican ninguno", dice Denis, de 32 años. "En un momento dado, nuestros caminos se cruzan y ¿qué es lo que esperan?", ironiza.

Vladimir, otro "hooligan" de 30 años, estima la edad de sus compañeros de peleas en entre unos "20 y 30 años". "La mayoría son deportistas que practican boxeo o un arte marcial", precisa este responsable de relaciones públicas, casado y padre de dos niños.

Pocos, según el especialista Vladimir Kozlov. "Pienso que hay quizás unos cientos o algunos miles, como máximo", afirma.

Todos los rusos que participaron en los enfrentamientos en Francia no son forzosamente miembros de un grupo organizado, aunque algunos lo parezcan. Así, algunos de ellos "visten camisetas casi idénticas y parece que practican el mismo deporte", estima Kozlov.

En Francia, durante la Eurocopa, camisetas de los "Orel Butchers", grupo vinculado al Lokomotiv de Moscú, aparecen en imágenes tomadas el sábado en Marsella y el martes en Lille. Las camisetas fueron confeccionadas para la ocasión con el lema "Tour de France", en francés, y un insulto en inglés: "Fuck Euro-2016".

Para los grupos de "hooligans", lo más importante es pegarse contra otros hinchas violentos que consideran como sus enemigos. "Los enfrentamientos tuvieron lugar fuera de los estadios y muy pocas personas están al corriente de ello", explica Kozlov.

Denis comparte este punto de vista. "El fútbol es secundario. Pienso que este deporte no es divertido ni interesante", confiesa.

Cuando se trata de enfrentarse a un grupo de fanáticos de otro país, la pelea se convierte en una "cuestión de honor y una prueba de nuestras fuerzas y nuestras capacidades para organizarnos y batirnos", cuenta.

El "hooligan" Vladimir asegura que sus compañeros respetan un estricto código de comportamiento y sólo utilizan los puños. Pero, según Kozlov, estas reglas casi nunca se respetan y, en la práctica, "utilizan todo lo que encuentran".

Las peleas en los estadios rusos y los insultos racistas contra los jugadores negros en muy pocas ocasiones conllevan sanciones contra sus autores.

En 2012, Rusia adoptó una ley que refuerza las sanciones contra los alborotadores que se arriesgan a partir de ahora a siete años de prisión. Con todo, los incidentes con "hooligans rusos" siguen siendo frecuentes.

En un momento en que Rusia se prepara para albergar el Mundial-2018, las autoridades deberían "ejercer una fuerte presión sobre los 'hooligans' antes y, si es necesario, durante las finales", estima John Williams, profesor de sociología en la universidad de Leicester, especialista del "hooliganismo" en el fútbol.

Los "hooligans" que actuaron en Marsella recibieron el apoyo de un diputado de extrema derecha, Igor Lebedev, que además es un alto responsable de la federación rusa de fútbol. "No veo nada malo en el hecho de que los hinchas se peleen. Más bien hay que decir lo contrario, bravo chicos. ¡Continúen!".

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