LA ONU ALERTA DE QUE SUDÁN DEL SUR SE ENFRENTA A UN GENOCIDIO COMO EL DE RUANDA

La presidenta de la Comisión de la ONU sobre Derechos Humanos en Sudán del Sur, Yasmin Sooka, advirtió este martes de que este país podría enfrentarse a un genocidio de escala comparable al de Ruanda en 1994, donde murieron alrededor de 800.000 personas en tres meses por episodios de violencia étnica, si las potencias mundiales no despliegan de inmediato una fuerza de protección regional.
Durante su intervención en una sesión de emergencia del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, celebrada en Ginebra (Suiza), Sooka indicó que Sudán del Sur está “al borde de una guerra civil étnica que podría desestabilizar toda la región”.
“Donde quiera que vayamos, la gente nos dice que el país podría disolverse en otra situación como la de Ruanda. Aunque las primeras señales de alerta de atrocidades masivas están presentes, eso no significa que sea inevitable y por eso es necesaria acción ahora”, añadió.
Entre esas señales de alarma, Sooka mencionó las violaciones sexuales, que alcanzan “niveles épicos” hasta el punto de que se ha convertido en algo “normal” para muchas mujeres. Una encuesta elaborada por el Fondo de Población de la ONU el pasado junio constató que el 70% de las mujeres en los campamentos de civiles en Juba han sido víctimas de un asalto sexual. “La escala de la violencia sexual en el país más joven del mundo ya alcanza la de la guerra de Bosnia y, sin embargo, el mundo raramente oye hablar de ello”, lamentó.
Sooka indicó que a esas atrocidades se suman el reclutamiento de niños soldado, las torturas, los asesinatos extrajudiciales y los desplazamientos en masa, por lo que propuso el “depliegue inmediato” de 4.000 efectiso de una fuerza de protección regional.
HACIA “EL DESASTRE”
Por otro lado, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, recalcó que, “con el comienzo de la temporada de sequía Sudán del Sur se tambalea hacia el desastre” porque las condiciones climáticas suponen que “los grupos armados, las milicias y los bandidos pueden deambular más rápidamente por el terreno”.
Más de dos millones de personas han tenido que dejar sus casas y sus tierras por la violencia, y más de 200.000 se refugian de los enfrentamientos en bases “de protección de civiles” adyacentes a las instalaciones de la ONU, según Zeid, quien añadió que tanto el Gobierno como los opositores impiden trabajar a representantes de las agencias humanitarias y más de 65 cooperantes han muerto desde el inicio del conflicto en 2013.
Por su parte, Kuol Alor Kuol Arop, representante permanente del Gobierno de Sudán del Sur ante la ONU en Ginebra, dijo que no había justificación para la celebración de la sesión de emergencia del Consejo de Derechos Humanos, aunque añadió que su Ejecutivo colaborará con Naciones Unidas.
La sesión concluyó con la adopción de una resolución en la que se condenan las violaciones y los abusos de derechos humanos y las violaciones de la legislación humanitaria internacional, y se reafirmó el mandato de la Comisión sobre Derechos Humanos para Sudán del Sur.

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