El presidente de Siria, Bashar al Asad, ha realizado unas declaraciones al equipo de AFP desplazado a Damasco donde explica su postura ante el presunto ataque químico a la ciudad rebelde de Siria.
"Ha sido un invento al 100%", dice el mandatario Sirio y añade que todo ello ha sido un "pretexto" para poder justificar los bombardeos estadounidenses contra el ejército sirio.
El bombardeo que ordenó el presidente Trump parece no haber debilitado la capacidad de ataque de Siria, que según afirma Al Asad no posee armas químicas para hacer frente a actuaciones futuras.
"Hace varios años, en 2013, renunciamos a todo nuestro arsenal, e incluso si tuviéramos dichas armas, nunca las habríamos usado", cuenta a los periodistas destinados a Damasco.
"Nuestra impresión es que Occidente, principalmente Estados Unidos, es cómplice de los terroristas y montó toda esta historia para que sirviera de pretexto al ataque", afirma el mandatario sirio.
Bashar al Asad considera que toda la información que ha trascendido respecto al ataque viene dada por "un brazo de Al Qaida", refiriéndose a una antigua filial de la red yihadista que actualmente controla la conflictiva provincia de Idlib, lugar donde se encuentra Jan Sheijun.
"No está claro si ha ocurrido o no, porque ¿cómo se puede verificar un vídeo? Ahora hay un montón de vídeos falsos", ha dicho Asad que quita credibilidad a los documentos que circulan por la red en la que se puede ver la supuesta devastación de la ciudad rebelde de Siria.
Pese a estas declaraciones el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que está establecido en Reino Unido, ha registrado en el supuesto ataque químico de la ciudad de Jan Sheijun un total de 81 muertos civiles, entre los que habría 31 niños.
Ya se ha abierto una investigación por parte de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAC), con el fin de aclarar la naturaleza del ataque. Rusia por su parte ha vetado este mismo miércoles una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU donde se pedía la cooperación de Damasco.
Al Asad ha sido tajante, y ha afirmado que aceptara la investigación "si es imparcial, asegurándonos de que países imparciales participen en ella, para estar seguros de que no se use con fines políticos".
Además de todas estas declaraciones el presidente de Siria ha confesado que espera más bombardeos en la zona.
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