LA BRIGADA PARACAIDISTA DEL EJÉRCITO DE TIERRA CELEBRA SUS BODAS DE ORO

La Brigada Paracaidista del Ejército de Tierra (Bripac) ha conmemorado su 50 aniversario, en un año en que también se celebran 62 años desde la puesta en marcha de las Fuerzas Paracaidistas del Ejército de Tierra.
La Brigada Paracaidista ‘Almogávares’ recibe su nombre de los guerreros de la España de los siglos XIII y XIV, infantería ligera acostumbrada a realizar incursiones en la profundidad del territorio enemigo y que llegó a operar en lo más lejano. Heredera de las tradiciones de los Tercios, su enfoque más reciente en la historia es con la Legión.
La primera bandera paracaidista del Ejército de Tierra se crea por orden reservada del ministro del Ejército de 17 de octubre de 1953, quedando ubicada en la ciudad de Alcalá de Henares. Recibió el nombre de ‘Roger de Flor’, gran adalid almogávar, siendo su emblema la flor de Lis.
Cuatro años después de su creación, en 1957, la brigada entra en combate en África, teniendo lugar su “bautismo de sangre y fuego” el 16 de agosto de ese año en Tiquisit Igurramen (Ifni). Como consecuencia de aquellas operaciones murieron 43 oficiales, 38 paracaidistas resultaron heridos y se concedieron tres medallas militares individuales, una medalla militar colectiva, seis cruces de guerra y 79 cruces rojas.
En 1961 la II Bandera desplegó en el Sahara para proteger a las compañías que realizaban prospecciones en el desierto durante el llamado ‘Conflicto de los Petrolitos’, mientras que en 1975 la I y III banderas participaron durante la ‘Marcha Verde’.
Esta brigada también ha actuado en la Guerra del Golfo, en la antigua Yugoslavia, Kosovo, Mozambique, Afganistán, Cachemira, Líbano, Mali, Somalia e Iraq.
Durante 2016, la Brigada Paracaidista inicia su transformación para adaptarse a la nueva orgánica del Ejército que la convertirá en una unidad mayor y más potente sin perder sus características específicas.
En total, la BRIPAC ha perdido 47 integrantes en “acción de guerra”, 75 en accidentes y 65 en actos de servicio.
Por ello, el general al mando de la brigada, Juan Cifuentes, recordó durante los actos centrales de la conmemoración de esta efeméride uno de los mandatos del ideario paracaidista, que afirma que “el valor individual supone mucho, pero el valor colectivo y el espíritu de equipo lo pueden todo”.

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