División del Consejo de Seguridad impide adoptar resolución sobre Siria

Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU exhibieron de nuevo sus divergencias el sábado, luego de que Rusia bloqueara una resolución de Francia para cesar los bombardeos en la ciudad siria de Alepo, mientras los occidentales rechazaron una contrapropuesta de Moscú.

Rusia, principal respaldo del gobierno sirio, vetó un borrador propuesto por París que llamaba a un cese inmediato de los ataques aéreos a la segunda ciudad siria, cuyos 250.000 habitantes están expuestos desde hace dos semanas a una ofensiva de las tropas de Bashar al Asad.

El texto francés recogió el apoyo de 11 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, el rechazo de Venezuela y Rusia y la abstención de China y Angola.

Es la quinta vez que Rusia utiliza su derecho de veto en la ONU en relación al conflicto en Siria.

La propuesta presentada por Rusia, que pedía simplemente el cese de las hostilidades, "entre otros lugares en Alepo", fue rechazada por 9 de los 15 integrantes del Consejo, y aprobada además por Venezuela, Egipto y China, mientras Uruguay y Angola se abstuvieron.

Ambos textos demuestran una vez más la fractura existente entre Moscú y los occidentales respecto a la manera de solucionar el conflicto.

El embajador británico ante la ONU, Matthew Rycroft, habló de "veto solitario" y de "veto cínico" de parte de Rusia, que hace dos semanas apoya una ofensiva de gran envergadura del regimen sirio en la zona rebelde de Alepo.

Esa ciudad es el principal foco del conflicto que arrasa desde hace más de cinco años a Siria, que ha dejado más de 300.000 muertos, provocando la peor tragedia humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial.

Las tropas gubernamentales seguían este sábado ganando territorio a los rebeldes por tres ejes.

La parte este de la ciudad, donde están apostados los rebeldes, ha sido arrasada por bombardeos muy intensos, que han provocado cientos de muertos y destruido las infraestructuras civiles.

"La batalla se desarrolla en el centro, especialmente en el barrio de Bustan al Basha, donde está avanzando el ejército, en el sur, en Sheij Said, y en la periferia norte, donde el régimen tomó el barrio de Uwayja", explicó a la AFP el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.

La ONG informó que desde el inicio de la ofensiva de Damasco y Moscú, el 22 de septiembre, han muerto 290 personas, la mayor parte de ellas civiles, incluyendo a 57 menores de edad. En tanto, en los barrios controlados por el gobierno han muerto 50 civiles, incluidos nueve niños.

Durante la jornada, los bombardeos se concentraron sobre todo en las zonas de combate, informó por su lado el corresponsal de la AFP en la parte rebelde.

En alusión a la tensión cada vez más palpable entre Estados Unidos y Rusia, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, dijo en una entrevista publicada este sábado que el periodo actual es "más peligroso" que la Guerra Fría.

"Es una ilusión pensar que se trata de la antigua Guerra Fría. La época actual es diferente, más peligrosa", declaró el ministro alemán. "El riesgo de una confrontación militar es considerable", agregó.

El viernes, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Marc Ayrault, denunciaron en Washington que el régimen sirio cometió "crímenes de guerra" en Alepo al bombardear hospitales y escuelas.

Kerry denunció "una estrategia que apunta a aterrorizar a los civiles y a cualquiera que se interponga en el camino de sus objetivos militares".

El régimen sirio está confirmando "con una brutalidad sin precedentes su objetivo, (...) que no tiene nada que ver con la lucha contra el terrorismo. El objetivo es la capitulación de Alepo", dijo por su lado Ayrault.

"Todos tenemos en la memoria Guernica, Srebrenica, Grozny. Lo que se está desarrollando en Alepo es la repetición de esta tragedia", agregó.

El embajador ruso Vitali Churkin defendió su texto y subrayó que en el conflicto sirio había que "avanzar de manera paralela y sin condiciones previas".

El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, había advertido que si los ataques contra Alepo prosiguen la ciudad será "completamente destruida antes de enero".

De Mistura propuso que los combatientes de la organización yihadista Frente Fateh al-Cham (ex Al Nosra, rama siria de Al Qaida) abandonen los barrios del este de Alepo y que el gobierno sirio y su aliado ruso suspendan sus bombardeos.

Moscú se dijo dispuesta a "respaldar" la iniciativa si los yihadistas abandonaran efectivamente la ciudad.

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