Escenas de horror en la ciudad siria de Alepo tras nuevos bombardeos

Alepo seguía este domingo sumida en el horror, tras una nueva noche de bombardeos, lanzados por el gobierno sirio y su aliado ruso, que provocaron más víctimas y la consternación de los países occidentales, exasperados por la actitud de Moscú.

Después de una semana de vanas conversaciones diplomáticas, el Consejo de Seguridad de la ONU tenía previsto reunirse de nuevo este domingo a las 11H00 locales (15H00 GMT), a petición de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.

Los países occidentales quieren intentar frenar la ofensiva aérea lanzada el viernes por las fuerzas del régimen sirio y Rusia para reconquistar los barrios insurgentes de (el este de) Alepo, segunda ciudad del país.

La lluvia de bombas lanzada desde hace tres días ha dejado al menos 115 muertos, 14 de ellos este domingo al amanecer, según un nuevo balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Entre ellos, figuran 19 niños y mujeres atrapados bajo las ruinas de los edificios destruidos por los bombardeos.

"Los bombardeos no han cesado en toda la noche", afirmó a la AFP Ahmad Hajjar, un habitante del barrio rebelde de Al Kallassé. "No he pegado ojo hasta las 04H00 de la madrugada", agregó este hombre de 62 años.

Hajjar cuenta que su calle está llena de "bombas de racimo" sin explotar. "Un vecino fue abatido por una de ellas. Lo vi tropezar con ella, ésta explotó, arrancándole sus extremidades. Fue una escena horrible", añadió.

Desde que el jueves el ejército del régimen anunciara una nueva ofensiva para recuperar los barrios rebeldes, habitantes y militantes han dado cuenta de la utilización, además de las bombas de racimo, de un nuevo tipo de proyectiles.

Al ser arrojados, éstos provocan que la tierra tiemble a su alrededor, provocando el derrumbe de un edificio de varios pisos, como si se tratara de un castillo de naipes, que los habitantes utilizaban como refugio.

"No sé porqué el régimen nos bombardea de esta manera salvaje. Estamos sitiados y no tenemos adnde ir", aseguró por su parte a la AFP Imad Habbuche, en el barrio de Bab Al Nayrab.

Las 250.000 personas que viven en los barrios rebeldes no reciben ayuda exterior desde hace casi dos meses y, además, no tienen acceso al agua corriente desde el sábado a causa de los bombardeos, según Unicef.

El secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon dijo el sábado estar "consternado" por la "escalofriante escalada militar" en Alepo". Precisó que la "aparente utilización sistemática" de armas incendiarias y bombas particularmente potentes en zonas habitadas "podría constituir un crimen de guerra".

La Unión Europea (UE) denunció "una violación inaceptable de la ley humanitaria internacional".

En un comunicado común publicado por la UE, Estados Unidos y los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Italia, Alemania y Gran Bretaña se señalaba claramente a Rusia como responsable de la reanudación de los combates.

"Rusia debe probar que está dispuesta y que es capaz de tomar medidas excepcionales para salvar los esfuerzos diplomáticos", advirtieron los firmantes.

La coalición de la oposición siria en el exilio instó el sábado, desde Estambul, a la comunidad internacional a actuar para acabar con las "masacres".

La frágil tregua negociada por Estados Unidos y Rusia sólo se mantuvo una semana, hasta el lunes pasado. Los esfuerzos diplomáticos llevados a cabo desde entonces al margen de la Asamblea General de la ONU han fracasado.

En la tribuna de la ONU en Nueva York, el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Muallem, afirmó que el ejército de Damasco estaba registrando importantes éxitos militares con la ayuda de Rusia, Irán y el Hezbolá libanés, y señaló que su "confianza en la victoria" sobre los yihadistas es "aún más grande" que antes.

Por otro lado, el presidente Recep Tayyip Erdogan afirmó este domingo que Turquía estaría dispuesta a participar en una operación con Estados Unidos para expulsar a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) de Raqa, en el norte de Siria, con la condición de que las milicias kurdo-sirias no formen parte de la misma.

El 24 de agosto, Turquía lanzó una ofensiva militar para expulsar de su frontera al EI y a los rebeldes kurdos.

Erdogan consideró que sería una "vergüenza" que Turquía y Estados Unidos no consiguieran acabar con los 10.000 yihadistas del EI presentes en Siria en la actualidad, según cifras del mandatario.

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