Etiopía limita los movimientos de los diplomáticos extranjeros en el marco del estado de emergencia

EUROPA PRESS

Las normas anunciadas por las autoridades impiden a los diplomáticos alejarse más de 40 kilómetros de la capital, Addis Abeba, si no cuenta con permiso, y les prohíben entrar en contacto con grupos designados como "terroristas".

Asimismo, los diplomáticos no podrán escuchar o ver las emisiones de las emisoras Oromia Media Network y Ethiopian Satellite Television and Radio, según ha informado el portal Walta Information Centre (WIC).

Las autoridades han impuesto además un toque de queda entre las 6.00 y las 18.00 horas (hora local) en fábricas, granjas e instituciones gubernamentales, así como una franja de 50 kilómetros en todas las fronteras en las que nadie podrá portar armas.

El presidente de Etiopía, Mulatu Teshome, reclamó el domingo a la población que "combata a los enemigos de la nación", pidiendo que "se dejen de lado las diferencias" a tal fin.

"Debemos estar atentos ante los complots de nuestros enemigos, ya que su tratamiento coercitivo de las diferencias es antidemocrático en nuestro sistema, que hace frente a las mismas de forma pacífica", dijo.

El Gobierno etíope ha acusado a varios países de armar, entrenar y financiar a los participantes en las protestas del pueblo oromo contra las expropiaciones de tierras en los alrededores de la capital.

En concreto, el portavoz gubernamental, Getachew Reda, señaló a Eritrea, que mantiene una larga disputa fronteriza con Etiopía, y a Egipto, también enfrentado a las autoridades etíopes por la gestión de las aguas del río Nilo.

Más de 1.000 integrantes de la comunidad Oromo han muerto en las regiones de Oromia y Amhara en los últimos 11 meses, durante los que han sido objeto del acoso sistemático de las fuerzas de seguridad, según denuncian ONG como Human Rights Watch.

Las protestas comenzaron tras la publicación de un informe de HRW sobre la situación en el país, lo que a su vez provocó una respuesta violenta de la Policía.

A principios de mes, al menos 55 personas murieron en una estampida en la región de Oromiya provocada por el lanzamiento de gas lacrimógeno y tiros al aire por parte de la Policía para reprimir una manifestación crítica con el Gobierno.

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