Intensos bombardeos sobre Alepo antes de ofensiva terrestre del régimen sirio

Las bombas volvieron a caer el viernes sobre los barrios rebeldes de Alepo, donde intensos ataques aéreos del régimen sirio y su aliado ruso sembraron muerte y destrucción como preludio a una amplia operación terrestre.

Esta oleada de obuses y bombas contra la parte de la ciudad donde viven 250.000 habitantes se producía mientras seguía la incertidumbre sobre una posible reunión, el viernes en Nueva York, de los jefes de la diplomacia rusa y estadounidense para abordar el restablecimiento de la tregua en el país, que se interrumpió el lunes.

Según un periodista de la AFP en la parte rebelde de Alepo, los bombardeos se sucedían de forma incesante, las destrucciones eran considerables y los servicios de urgencia no daban abasto.

Aviones de reconocimiento tomaban fotografías aéreas antes de que un escuadrón de cazas rusos o sirios disparasen misiles.

Los edificios están totalmente destruidos y los habitantes quedaron bajo de los escombros sin poder ser socorridos, como en el barrio de Al Kallasé, donde los equipos de rescate buscaban desesperadamente, solo con un bulldozer y sus propias manos, entre los gigantescos cascotes de tres edificios derrumbados.

Dos centros de los "cascos blancos" (los rescatistas de la oposición siria) fueron alcanzados en los bombardeos.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), al menos 27 civiles, incluidos tres niños, perdieron la vida en los bombardeos, un balance que podría agravarse porque muchas personas se encuentran bajo los escombros.

En el oeste de la provincia de Alepo, 12 personas murieron por un bombardeo ruso en la aldea rebelde de Beshkatin, según el OSDH, que también informó que los bombardeos aéreos mataron a 11 personas en Al Bab, bastión del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la provincia, sin determinar la nacionalidad de los aviones.

Dividida desde 2012 entre un sector progubernamental y otro en manos de los insurgentes, Alepo es un objetivo estratégico crucial en este conflicto que ya ha dejado más de 300.000 muertos en cinco años y medio de guerra.

El ejército del régimen de Bashar Al Asad, que asedia la parte rebelde de Alepo casi sin interrupción desde hace dos meses, quiere apoderarse de la totalidad de la antigua capital económica de Siria. El jueves por la noche anunció el inicio de una ofensiva contra el sector insurgente.

El ejército pidió a los habitantes que se alejaran de las posiciones de los grupos rebeldes y aseguró que los civiles que quisieran abandonar estas zonas en dirección al sector progubernamental no serían detenidos.

"Empezamos las operaciones de reconocimiento y los bombardeos aéreos y de artillería", afirmó una fuente militar de alto rango. "Pueden durar horas o días antes de [llevar a cabo] una operación terrestre", agregó.

"Desde ayer [jueves] atacamos los cuarteles generales de los mandos de los terroristas", precisó esta fuente, utilizando los términos con los que se refiere a los que se enfrentan al régimen.

"Las tropas en el suelo todavía no avanzaron en el terreno", afirmó a la AFP por su parte un oficial sirio en Alepo.

Otra fuente militar en Damasco destacó "el número de combatientes [del régimen] permite empezar una operación terrestre porque llegaron a Alepo numerosos refuerzos".

"Lo que está pasando es que Alepo es atacada y todo el mundo retomó las armas", declaró el jueves en Nueva York el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.

El alto el fuego impulsado por Moscú y Washington terminó el lunes sin que la ayuda humanitaria hubiese llegado a la parte de Alepo asediada por el régimen. Ambas potencias se acusan mutuamente de haberlo violado.

La ONU anunció el viernes que se planteaba utilizar una ruta alternativa para enviar ayuda humanitaria a los barrios rebeldes de Alepo, mientras que 40 camiones cargados de víveres seguían bloqueados en la frontera turcosiria.

El jueves, una reunión del Grupo Internacional de Apoyo a Siria (GISS) en Nueva York no consiguió volver a instaurar el cese de las hostilidades.

Tras ésta, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, anunció que se reuniría este viernes con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, aunque seguían existiendo dudas acerca de este encuentro.

Preguntado el viernes por los periodistas sobre la restauración del alto el fuego, Lavrov contestó: "Pregúntenle a los estadounidenses", mientras que un responsable estadounidense indicó a la AFP que ninguna reunión estaba prevista de momento, aunque "eso puede cambiar".

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