El gobernador provincial, Wahidulá Kalimzai, ha detallado que las ejecuciones tuvieron lugar el martes en la localidad de Manogi, recalcando que las víctimas no tenían relación alguna con el Gobierno, según ha informado la emisora estadounidense Voice of America.
La rama de Estado Islámico en el país ha reconocido haber llevado a cabo las ejecuciones, publicando imágenes de ambos antes de su decapitación vistiendo monos naranjas similares a los que se usan en la prisión de Guantánamo.
En un breve vídeo enviado por aplicaciones de teléfono móvil, las víctimas confiesan haber intentado recopilar información sobre el paradero de un alto cargo del grupo yihadista muerto el 10 de agosto en un bombardeo estadounidense.
Estado Islámico ha reclamado además la autoría del atentado suicida perpetrado el miércoles cerca de un estadio de críquet en la capital, Kabul, que se saldó con al menos tres muertos.
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