Liberado en Etiopía el bloguero opositor Anania Sorri, cuatro meses después de su detención sin cargos

  • El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) ha confirmado este lunes que las autoridades de Etiopía han liberado al bloguero opositor Anania Sorri, cuatro meses después de su detención sin cargos.
EUROPA PRESS

Anania ha comunicado su liberación al CPJ, agregando que planea seguir escribiendo. El bloguero publica comentarios críticos con las autoridades en una página de la red social Facebook que cuenta con cerca de 11.000 seguidores.

"La liberación de Sorri son buenas noticias", ha dicho la coordinadora del CPJ para África, Angela Quintal, quien ha reclamado a las autoridades del país "que liberen al resto de periodistas y blogueron aún encarcelados por hacer su trabajo".

Sorri es el tercer periodista y bloguero liberado desde el 1 de diciembre de 2016, tras la excarcelación de Seyoum Teshome y Befekadu Hailu.

El bloguero fue detenido el 17 de noviembre de 2016, en el marco del estado de emergencia decretado en octubre en el país en respuesta a las protestas de la comunidad oromo, aplicando unas restricciones que han alarmado a numerosas ONG internacionales.

El Gobierno etíope ha acusado a varios países de armar, entrenar y financiar a los participantes en las protestas del pueblo oromo contra las expropiaciones de tierras en los alrededores de la capital, Adís Abeba.

En concreto, el portavoz gubernamental, Getachew Reda, señaló a Eritrea, que mantiene una larga disputa fronteriza con Etiopía, y a Egipto, también enfrentado a las autoridades etíopes por la gestión de las aguas del río Nilo.

Más de mil integrantes de la comunidad Oromo han muerto en las regiones de Oromia y Amhara en el último año y medio, durante el que han sido objeto del acoso sistemático de las fuerzas de seguridad, según denuncian ONG como Human Rights Watch.

Las protestas comenzaron tras la publicación de un informe de HRW sobre la situación en el país, lo que a su vez provocó una respuesta violenta de la Policía.

A principios de octubre, al menos 55 personas murieron en una estampida en la región de Oromiya provocada por el lanzamiento de gas lacrimógeno y tiros al aire por parte de la Policía para reprimir una manifestación crítica con el Gobierno.

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