Machar expresa su "decepción" con la IGAD y pide aplicar en su totalidad el acuerdo de paz de 2015

  • El exvicepresidente y líder rebelde de Sudán del Sur, Riek Machar, ha expresado este miércoles su "decepción" con la posición adoptada por la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (IGAD), que en su última cumbre condenó la "proliferación de grupos armados" en el país y confirmó la intención del presidente, Salva Kiir, de declarar un alto el fuego.
EUROPA PRESS

En su comunicado, Machar ha dicho que es "lamentable" que la IGAD haya "abandonado su responsabilidad de continuar con los esfuerzos que culminaron en la firma del acuerdo sobre la resolución del conflicto en agosto de 2015".

"El acuerdo dio esperanzas para un nuevo comienzo para el pueblo de Sudán del Sur", ha afirmado, recalcando que su formación, el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán-En Oposición (SPLA-IO) "sigue comprometido con su resurrección y aplicación".

Así, Machar ha criticado a la IGAD "por negarse a reconocer el colapso del acuerdo tras la crisis de julio de 2016 en Yuba", en referencia a unos combates entre el Ejército y el SPLA-IO que dejaron cerca de 300 muertos.

"La IGAD ni ha condenado ni ha hecho a Kiir responsable de azuzar la violencia. Por contra, decidió aislar a la oposición y seguir trabajando con el régimen de Yuba", ha lamentado, según ha informado el diario 'Sudan Tribune'.

Por ello, ha argumentado que la proliferación de grupos armados denunciada por el organismo "es el resultado directo de la brutalidad del régimen, que ataca a la población civil según su etnia".

"El SPLA-IO está sorprendido por el hecho de que la IGAD condene el surgimiento de estos grupos mientras no dice nada de la guerra que lleva a cabo Kiir contra los civiles", ha resaltado.

En este sentido, ha reiterado su llamamiento a la IGAD para que "adopte una postura diferente a la hora de hacer frente al régimen de Yuba", añadiendo que "en caso contrario, el régimen seguirá actuando con impunidad y el pueblo de Sudán del Sur seguirá resistiendo".

"La IGAD debería tener en cuenta que no debe asociar sus funciones con las de una parte en conflicto que está siendo rechazada por la mayoría de los sursudaneses", ha remachado.

EL CONFLICTO

La rivalidad entre Kiir, de etnia dinka, y Machar, que es nuer, se tradujo en un primer conflicto en diciembre de 2013, cuando el presidente del país decidió cesar a Machar como su 'número dos'.

El conflicto entre los dos bandos terminó con un acuerdo de paz firmado en agosto de 2015 y que implicaba el regreso de Machar para que volviera a ser nombrado vicepresidente del país, nombramiento que llegó en abril de 2016.

Sin embargo, las continuas violaciones del pacto y los graves combates de julio llevaron al cese de Machar, que fue sustituido por el general Taban Deng Gai.

En diciembre, Naciones Unidas alertó de que el país está al borde de una guerra étnica generalizada a menos que la comunidad internacional intervenga y convenza a las partes enfrentadas de entablar un diálogo que lleve de forma definitiva a la paz.

La semana pasada, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió que los países de la región y el Consejo de Seguridad de la ONU "hablen con una sola voz" para poner fin al conflicto en Sudán del Sur.

En una comparecencia ante el organismo, destacó la necesidad de que las partes enfrentadas alcancen un alto el fuego inmediato, impulsen el proceso de paz y permitan el acceso de ayuda humanitaria sin restricciones al país.

Guterres lamentó la postura del Gobierno ante el conflicto, afirmando que "lo que se escuchan más a menudo son negativas incluso a reconocer la crisis o a asumir su responsabilidad para ponerle fin".

"Ninguna fuerza ni ninguna cantidad de diplomacia pueden sustituir la falta de voluntad política entre los que gobiernan el país", apuntó, asegurando que hay un consenso sobre la necesidad de que los líderes del país hagan más para solucionar la crisis.

Mostrar comentarios