Marruecos presiona para limitar el mandato de la misión de la ONU en el Sáhara

EUROPA PRESS

Marruecos llega pisando fuerte al debate anual del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la cuestión del Sáhara Occidental. El jueves 28 los 15 miembros del Consejo, España entre ellos, discutirán prorrogar la Misión de la ONU para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), con Rabat presionando para rebajar su papel y el secretario general de Naciones Unidas defendiendo su continuidad.

Si hasta el año pasado el debate central giraba en torno a si ampliar el mandato de MINURSO para que pudiera velar por el respeto de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental, este año no solo este tema ha quedado enterrado, sino que está en duda que se pueda siquiera prorrogar la MINURSO 12 meses más, como venía ocurriendo en los últimos tiempos y como ha pedido formalmente el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon.

En su informe anual sobre el Sáhara, publicado el miércoles pasado y al que ha tenido acceso Europa Press, Ban pide además al Consejo de Seguridad el restablecimiento de la misión tal y como estaba antes de la "expulsión" del grueso de su personal civil por parte de Marruecos. De lo contrario, alerta Ban, aumentará el riesgo de que se rompa el alto el fuego y de que se aprovechen de esa situación "elementos terroristas" en la zona.

El enfrentamiento abierto entre Marruecos y Ban Ki Moon, a cuenta de que el surcoreano se refiriese a la "ocupación" marroquí del Sáhara en una visita a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) a primeros de marzo, complica la tarea del Consejo de Seguridad.

De ahí que los países del Consejo estén valorando la posibilidad de prorrogar la MINURSO solo por dos meses para dar más tiempo a que se rebaje la tensión actual entre Rabat y el secretario general de la ONU, han informado a Europa Press fuentes diplomáticas.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, avanzó esta opción en rueda de prensa el miércoles pasado. "Estamos a la espera de que EEUU nos mande el primer borrador (de resolución) para que cuanto antes podamos estudiarlo y eventualmente aprobarlo. Si eso no fuese posible se recurriría a la fórmula de la prórroga técnica por dos meses", señaló tras reconocer que el ambiente está "enrarecido" como consecuencia del enfrentamiento entre Marruecos y Ban.

Aunque la tensión con el secretario general nunca antes había llegado a este nivel, lo cierto es que sus roces con Rabat vienen de largo, pues las autoridades alauíes han obstaculizado con anterioridad la labor del enviado personal del secretario general para el Sáhara Occidental, al que consideran demasiado cercano a las tesis que defiende el Polisario.

LA PROTESTA DE MARRUECOS

Marruecos, que no recibió a Ban en su reciente gira por la región, protestó de manera enérgica cuando el secretario general, que dejará el puesto a final de año, empleó el término "ocupación" durante su visita a los campamentos de Tinduf para referirse a lo que Rabat considera sus provincias del sur.

Las autoridades alauíes organizaron manifestaciones en Rabat y El Aaiún (Sahara Occidental) en contra de Ban, expulsaron al personal de la sección política de la MINURSO y suspendieron su contribución voluntaria para el funcionamiento de la misión, que ascendía a unos tres millones de dólares anuales.

Con este gesto, Marruecos está diciendo al mundo que acepta la presencia en el Sáhara de una misión de la ONU para vigilar el cumplimiento del alto el fuego con el Frente Polisario, pero no que tenga mandato para preparar un eventual referéndum de autodeterminación. Y es que Marruecos no se mueve un ápice de su posición contraria a ofrecer para el Sáhara nada que no sea una autonomía bajo soberanía marroquí.

Ban Ki Moon esperaba obtener un respaldo más firme del Consejo de Seguridad tras la decisión marroquí de expulsar al grueso del personal civil de la MINURSO, pero no fue así. El pasado 25 de marzo, los 15 miembros del Consejo, tras escuchar al secretario general de la ONU, tan solo pudieron acordar unos "elementos para la prensa" --el nivel mínimo de texto adoptado por consenso-- en el que expresaban su "seria precupación por los desarrollos de los acontecimientos".

Y se limitaron a "tomar nota" del impacto que, según Ban Ki Moon, la "salida" (que no expulsión) de 73 integrantes civiles de la MINURSO podría tener para el funcionamiento efectivo de la misión.

Esta llamada de atención sobre los efectos de la decisión marroquí la reitera Ban en su informe anual sobre la cuestión del Sáhara, publicado el miércoles pasado y al que ha tenido acceso Europa Press.

El documento también revela que en el último año Marruecos propuso dos nuevas ideas que el Frente Polisario y Argelia rechazaron. La primera era sentar a Argelia en la mesa de negociaciones --hasta la fecha la ONU solo ha considerado a Marruecos y el Polisario como las partes en conflicto-- y la segunda, iniciar un debate sobre qué puede ser entendido como ejercicio de autodeterminación.

Pero si Rabat no accede a moverse más allá de su plan de autonomía para el Sáhara, el Polisario también está enrocado en que se celebre un referéndum de autodeterminación donde esté incluida la opción de la independencia.

LA POSICIÓN DE ESPAÑA

En medio de este clima, España ha adoptado un perfil bajo y ha evitado hacer cualquier movimiento que pudiera molestar a Marruecos, con el que se mantienen las mejores relaciones de los últimos años bajo la fórmula de encapsular el contencioso del Sáhara Occidental y la reivindicación marroquí sobre Ceuta y Melilla.

El Gobierno español no ha emitido ningún comunicado formal tras la expulsión del personal de la MINURSO y se ha limitado a señalar su deseo de que el enfrentamiento entre Ban y Marruecos sea algo temporal.

España "no ha variado su posición desde hace mucho tiempo", afirmó el ministro García-Margallo el mismo día que Ban publicaba su informe. "Estamos por una solución pacífica, estable y negociada que reconozca el principio de la libre determinación del pueblo saharaui en el marco de las resoluciones y de acuerdo con los principios de Naciones Unidas", añadió.

Hace unas semanas, el PP fue el único partido que no firmó una declaración del resto de los grupos políticos en el Congreso que insta al Gobierno a "asumir un papel más activo" como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU en la búsqueda de una solución "urgente, justa y definitiva" que incluya la celebración de un referéndum de autodeterminación "libre y democrático" para el pueblo saharaui.

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