RDCongo se prepara para fuertes protestas cuando expire mañana por la noche el mandato del presidente Kabila

EUROPA PRESS
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El Gobierno ordena el apagón de las redes sociales mientras la comunidad internacional teme nuevas protestas

Más de 50 personas murieron en septiembre por la represión policial durante protestas contra el presidente

Mañana domingo por la noche expira oficialmente el mandato del presidente de República Democrática del Congo, Joseph Kabila, cuya figura se encuentra en el centro de una de las mayores crisis políticas registradas en años en el país africano, fuente de una ola de violencia que ha dejado más de medio centenar de muertos durante los últimos meses.

Técnicamente y siguiendo la Constitución del país, Kabila debería ceder oficialmente su puesto mañana por la noche, una vez cumplido su segundo y último mandato tras 15 años en el poder. Sin embargo, el procedimiento de transición se vio interrumpido cuando las autoridades del país decretaron el aplazamiento de las elecciones programadas para el 27 de noviembre por motivos logísticos.

La oposición rechazó esa versión y proclamó que las verdaderas intenciones de Kabila eran las de perpetuarse en el cargo, en la prolongación de la dinastía iniciada por su padre Laurent, quien asumió el poder en 1997 tras un golpe de Estado contra el dictador Mobutu Sese Seko, solo para acabar asesinado cuatro años después por uno de sus guardaespaldas. Todo ello se enmarca en un país que no ha vivido un relevo pacífico desde su independencia de Bélgica en 1960.

A partir de mañana, Kabila inicia un período de "prórroga" que se extenderá hasta abril de 2018, nueva fecha de los comicios tras un acuerdo alcanzado con grupos de oposición minoritarios. El núcleo duro de los críticos contra el presidente, que lidera el que fuera primer ministro de la antigua Zaire, Etienne Tshisekedi, no se ha adscrito sin embargo a este pacto, y ha convocado constantes manifestaciones que podrían degenerar en una nueva ola de enfrentamientos si la influyente iglesia católica no consigue un acuerdo de última hora.

PREPARÁNDOSE PARA LO PEOR

En la capital, Kinshasa, la población ha comenzado a acumular comida enlatada mientras la ya de por sí abrumada fuerza de paz de Naciones Unidas va redestinando a sus efectivos en la capital para intentar contener la violencia que ya se palpa en lugares como los estadios de fútbol. La liga nacional lleva suspendida desde hace semanas y la retransmisión de un partido de selecciones el pasado mes de octubre tuvo que ser cortada cuando miles de personas comenzaron a gritar al unísono que "la hora de Kabila había llegado".

"No tememos a la muerte porque ya nos estamos muriendo cada día", ha proclamado a Reuters Marcellin Zongola, integrante de la opositora Unión para la Democracia y el Progreso Social (UPDS) que lidera Tshisekedi. En un país donde "los movimientos de protesta", según el grupo de expertos International Crisis Group, "rara vez han conseguido sus objetivos", esta ocasión podría ser diferente por la magnitud de la crisis económica que asola el país, y que podría llevar a los manifestantes a ejecutar actos desesperados.

En este sentido, el próximo lunes será un día crucial al cumplirse tres meses de la violencia que dejó 54 muertos en Kinshasa tras los enfrentamientos entre opositores y fuerzas de seguridad, con el supuesto apoyo de las juventudes afines a Kabila, quienes presuntamente pagan matones a sueldo para reventar pacíficas protestas y forzar así la represión de la Policía.

En respuesta, el líder de las juventudes del gobernante Partido del Pueblo para la Reconstrucción y la Democracia (PPRD), Patrick Nkanga, ha negado estos cargos aunque reconoce que sus miembros participan en "sesiones de entrenamiento frente a insurrecciones".

LA COMUNIDAD INTERNACIONAL, EN ALERTA

"Absolutamente nadie ha sido condenado por la violenta represión de las manifestaciones, donde la Policía empleó fuerza excesiva contra una población que solo pedía respeto a las fechas declaradas en la Constitución", ha sentenciado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, una más de las críticas vertidas desde la organización internacional contra el Gobierno de Kabila.

Además, el Tribunal Penal Internacional ya ha advertido de que está supervisando la situación en el país, mientras Estados Unidos y la Unión Europea han dictado sanciones para altos cargos de Kabila por supuestas violaciones de los Derechos Humanos y obstrucción electoral.

APAGÓN DIGITAL

La ONU también ha alertado sobre las intenciones del Gobierno congoleño para restringir el acceso a las redes sociales a partir del domingo; solicitud realizada por la Autoridad Reguladora de Correos y Telecomunicaciones del Congo (ARPTC, en inglés) a través de una carta en la que pide que Facebook, Twitter, Skype, YouTube, y LinkedIn sean temporalmente bloqueados.

Algunos proveedores como Vodafone, Orange y Airtel aún no han hecho declaraciones sobre si cumplirían el bloqueo, aunque un directivo de la industria ha señalado que todas las empresas habían firmado un acuerdo para respetar los mandatos de seguridad nacional.

El Gobierno bloqueó las redes sociales e Internet durante las protestas producidas en enero de 2015, justificando que era una medida necesaria para evitar que la violencia aumentara. Varios grupos de Derechos Humanos criticaron esta decisión.

"Esta clase de medidas", ha comentado Al Husein, "es, por lo general, desproporcionada y solo contribuye a incrementar la tensión y el miedo, al margen de restringir el debate político". "Pido a las autoridades", concluyó, "que den marcha atrás y garanticen el derecho a la libertad de expresión y al acceso a la información, tal y como está estipulado en la Carta Magna del país".

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