Ali Arsalan, copropietario de 'Holey', una concurrida panadería artesanal que hasta entonces había estada ubicada en el centro del barrio diplomático de la capital bangladeshí, ha explicado al diario 'New Age' que el local está teniendo una respuesta muy buena tras su reapertura.
Si bien ha señalado que el local no cuenta con dispositivos de seguridad adicionales, se encuentra ubicado cerca de una pequeña comisaría policial.
El anterior local, donde tuvo lugar el asalto, se utilizará desde ahora con fines residenciales.
El ataque tuvo lugar el 1 de julio, cuando tras un asedio de 12 horas el Ejército dio por terminada una operación de rescate de las 13 personas que se encontraban dentro del local. Un total de 20 civiles murieron en el asalto, efectuado por milicianos supuestamente afiliados a Estado Islámico, además de seis atacantes.
El Gobierno de Bangladesh descartó que Estado Islámico estuviera detrás del ataque, que tuvo lugar en medio de una ola de violencia en el país, de la que acusa a milicias locales.
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