Sirte, desde Gadafi a los yihadistas

Sirte, en poder desde hace un año de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), a los que las fuerzas progubernamentales libias intentan expulsar con la ayuda de ataques aéreos estadounidenses, fue una ciudad simbólica del régimen de Muamar Gadafi.

Las fuerzas del Gobierno de Unión Nacional libio (GNA) lanzaron el 12 de mayo una ofensiva para recuperar el control de Sirte. El 9 de junio lograron entrar y asediar a los yihadistas en esta ciudad situada a 450 km al este de la capital, Trípoli.

Sirte está situada a medio camino entre Trípoli y Bengasi, y a 180 km de Misrata, al oeste, desde donde partieron la mayor parte de las fuerzas del GNA, compuestas por varias milicias. Se encuentra a 300 km de las costas europeas.

Su proximidad a la zona petrolera, ubicada más al este, despertó el interés de los combatientes del EI, deseosos de controlar las terminales y puertos petroleros.

La mayoría de los habitantes de Sirte pertenecen a una de las cuatro grandes tribus de la región: los Gadafa -el clan de la familia del dictador Muamar Gadafi derrocado y muerto en 2011-, los Warfala -muy numerosos en el oeste de Libia e influyentes en Bani Walid-, los Forjan y sobre todo los Magariha, los más proGadafi.

La ciudad contaba con 120.000 habitantes antes de caer en poder del EI. El 75% de ellos lograron huir y se cree que quedan unos 30.000 civiles.

El Centro de conferencias Uagadugú, edificado por Gadafi para acoger las cumbres africanas e internacionales, fue el lugar donde se fundó la Unión Africana (UA), el 9 de septiembre de 1999.

Actualmente, los yihadistas del EI usan el edificio como cuartel general y centro de mando.

En junio pasado, las fuerzas progubernamentales recuperaron el control del puerto, del aeropuerto internacional, de una base aérea y de un hospital que estaban en poder de los yihadistas.

Durante siglos, el interés por Sirte -ubicada en una región desértica que separa las provincias románicas y helénicas del norte de África- se debió únicamente a su situación geográfica.

Gadafi intentó por todos los medios convertirla en la capital de su "Jamahiriya" (Estado de las masas) pero fue en vano. Lo que sí creó fue una nueva provincia en torno a ella: "Al Wosta" (la central).

En los años 1990 ordenó instalar ministerios en Sirte e incluso el Parlamento, pero luego cambió de parecer.

Después de que una revuelta popular derrocara al régimen de Gadafi en 2011 y antes de que cayera en manos del EI, Sirte quedó abandonada a su suerte.

Desde junio de 2015, la bandera negra del EI ondea en los edificios públicos de la ciudad y los yihadistas recorren las calles a bordo de todoterrenos para verificar que los hombres respetan las horas de oración y que las mujeres no salen sin un acompañante.

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