Sudán del Sur acepta el despliegue de una fuerza regional (Igad)

Sudán del Sur aceptó el viernes el envío a su territorio de una fuerza regional después de los recientes enfrentamientos en Juba, que pusieron en peligro el frágil acuerdo de paz, afirmó el secretario ejecutivo de la organización intergubernamental esteafricana (Igad).

"El gobierno de Sudán del Sur ha aceptado", declaró a la prensa el secretario ejecutivo de la Igad, Mahboub Maalim, tras una cumbre en Adís Abeba, precisando que las modalidades del despliegue, la amplitud del contingente y su mandato todavía tendrán que discutirse con Juba.

Una vez se halle un acuerdo sobre esta "fuerza de protección", que supondrá un refuerzo para los 12.000 cascos azules ya presentes en Sudán del Sur, éste será sometido al Consejo de Seguridad de la ONU.

Esta misión podría servir para ayudar a la puesta en marcha del acuerdo de paz de agosto de 2015, así como la "protección de civiles y de asuntos humanitarios", precisó Maalim.

El presidente, Salva Kiir, había repetido en numerosas ocasiones, tras los enfrentamientos de principios de julio entre sus tropas y las del ex vicepresidente Riek Mashar, que se oponía firmemente al despliegue de nuevas tropas extranjeras en su país.

Los combates entre las fuerzas leales y los exrebeldes en Juba del 8 al 11 de julio dejaron al menos 300 muertos y más de 60.000 refugiados.

A la salida de la cumbre, algunos diplomáticos interpretaron el gesto de aparente buena voluntad del gobierno sursudanés como una treta para ganar tiempo, teminedo que la puesta en marcha de esta fuerza acabe quedando en agua de borrajas.

"Veo la posibilidad de que esta fuerza sea aplazada indefinidamente", confió un diplomático occidental.

La Unión Africana, durante su última cumbre, a mediados de julio, se pronunció a favor del envío de una "fuerza regional de protección" y con un mandato más sólido que la UNMISS, la misión de la ONU en Sudán del Sur. Etiopía, Kenia y Ruanda mostraron su disposición a enviar tropas para esta fuerza regional.

Riek Mashar huyó de Juba durante los combates y el presidente Kiir anunció a continuación que le sustituiría el ministro de Minas, Taban Deng, del gobierno de unidad nacional. Es éste último quien representaba al gobierno sursudanés en la cumbre de Adís Abeba.

Los recientes combates coincidieron con el quinto aniversario de la independencia del país, presa desde 2013 de una guerra civil que ha causado decenas de miles de muertos y 2,5 millones de desplazados. Según la ONU, seis millones de sursudaneses, de una población de 11 millones, necesitan ayuda humanitaria urgentemente.

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