Oposición venezolana marcha para exigir avances en proceso de referendo

Un millar de opositores venezolanos marchan este martes, rumbo a la sede del poder electoral, para exigirle una fecha y hoja de ruta que les permita avanzar hacia la convocatoria este año de un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.

Encabezada por el excandidato presidencial Henrique Capriles y otros dirigentes opositores, los manifestantes salieron del sector de Bello Monte, en el este de Caracas, e intentarán llegar al Consejo Nacional Electoral (CNE), en el centro, aunque dos marchas anteriores fueron bloqueadas y dispersadas con gases lacrimógenos por policías y militares.

"No hay ninguna excusa. No hay ninguna duda, el referendo revocatorio será este año, por eso estamos en la calle pidiendo al CNE una fecha para validar las firmas", dijo el vicepresidente del Parlamento de mayoría opositora, Enrique Márquez, durante la marcha.

La manifestación se realiza horas antes de que dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se reúnan a las 19H00 GMT con las autoridades electorales, que deberán informar la fecha de inicio de la validación del mínimo de 200.000 firmas -de 1,8 millones que presentó el 2 de mayo- requeridas como primer paso para activar el revocatorio.

Según Vicente Bello, representante de la MUD ante el poder electoral, la oposición conoció extraoficialmente que esa validación, que debe hacerse en cinco días con máquinas que captan la huella dactilar, se realizará "del 16 al 20 de junio".

"En nuestros cálculos estaría realizándose el revocatorio a finales de septiembre (o) principios de octubre de este año", agregó Bello.

A la MUD le urge que el CNE, al que acusa de servir al gobierno y de demorar el proceso, le de luz verde en la ratificación de las firmas a fin de seguir con el siguiente paso de recoger cuatro millones de rúbricas, necesarias para que el CNE convoque a referendo.

A contrarreloj, la MUD busca que el referendo sea antes de enero de 2017 -cuando se cumplen cuatro años del mandato presidencial-, pues si Maduro lo pierde se llamará a elecciones. Si la consulta se hace el próximo año sería sustituido por el vicepresidente, nombrado por el gobernante.

"Este año no habrá referendo", sentenció el lunes el vicepresidente Aristóbulo Istúriz, quien agregó que el revocatorio no es el objetivo de la oposición sino "la violencia", al referirse a las protestas convocadas por la MUD.

La oposición sostiene que el referendo es la "única válvula de escape" de los venezolanos, agobiados por el agravamiento de la escasez de alimentos y medicinas, y el alto costo de la vida. El país petrolero, golpeado por la caída de los precios del crudo, tiene la inflación más alta del mundo, de 180,9% en 2015.

"Estamos aquí en la calle para que salga Maduro, para que haya revocatorio. Queremos un cambio en el país. Estamos pasando hambre", declaró Richard Salas, un trabajador administrativo quien llevaba un afiche con productos que han escaseado en el país.

Casi a diario en el último mes, se han producido saqueos o pequeñas protestas por comida en los supermercados en distintas ciudades del país, incluida Caracas. Una mujer murió el lunes en un intento de saqueo en San Cristóbal (oeste).

"Los venezolanos sabemos que la crisis no se acabará con Maduro en el gobierno, por eso queremos revocatorio", declaró Capriles, principal impulsor del referendo.

Según la ONG Observatorio Venezolano de la Conflictividad Social, en los primeros cinco meses del año hubo 254 saqueos o intentos, y sólo en mayo 172 protestas en rechazo a la escasez.

"Venezuela es víctima de una guerra económica todos los días, de un desabastecimiento inducido, un acaparamiento de los productos", dijo el vicepresidente Istúriz al responsabilizar a los empresarios de derecha y a la oposición.

Aún con posturas totalmente extremas, el gobierno y la oposición empezaron tímidos acercamientos bajo mediación de una comisión encabezada por el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, que trata, a instancias de Unasur, sentarlos a la mesa de conversaciones.

La oposición se ha mostrado dividida ante el diálogo. Capriles se opone a conversar mientras no avance el revocatorio, mientras otros, como el jefe parlamentario Henry Ramos y el vocero de la MUD, Jesús Torrealba, prefieren no condicionarlo.

"No nos vamos a prestar para un diálogo hipócrita. Si la gente no cree en Maduro, menos va a creer en el tema del diálogo. Si no hay fecha de validación, no habrá presencia con los mediadores", aseguró Capriles.

Tratando de mostrarse unida, la oposición pospuso el lunes una reunión con los mediadores en espera del informe del CNE de este martes.

mis/cd

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