Afectados por la Ley de Montes se encierran en un ayuntamiento de Cantabria

  • Un grupo de vecinos de Voto (Cantabria) han iniciado un encierro indefinido en el Ayuntamiento para reclamar al Gobierno regional una solución que les permita seguir explotando fincas situadas en montes de utilidad pública, que en algunos casos llevan en sus familias varias generaciones.

Voto (Cantabria), 2 feb.- Un grupo de vecinos de Voto (Cantabria) han iniciado un encierro indefinido en el Ayuntamiento para reclamar al Gobierno regional una solución que les permita seguir explotando fincas situadas en montes de utilidad pública, que en algunos casos llevan en sus familias varias generaciones.

Se trata de personas afectadas por la Ley de Montes de Cantabria que desarrolla una norma estatal de 2003, con la que se pretende regular los montes de utilidad pública, que incluyen parcelas mal registradas, concesiones o consorcios, con dificultad para probar documentalmente su titularidad privada.

En Voto son unas 200 personas, aunque se calcula que en toda la región hay entre 5.000 y 7.000 afectados por esta normativa autonómica.

Los afectados de Voto decidieron este jueves iniciar un encierro indefinido en el Salón de Plenos del Ayuntamiento del municipio hasta recibir noticias del Gobierno de Cantabria.

El encierro continúa hoy, sin que, hasta ahora, el Ejecutivo regional se haya puesto en contacto con ellos, según ha explicado a Efe su portavoz, Javier Rugama.

De momento, Rugama prevé que el encierro se mantenga a lo largo de todo el fin de semana, ya que, según ha comentado, el grueso del Gobierno de Cantabria se ha trasladado a Madrid para estar presente en la Feria Internacional de Turismo (Fitur).

"El lunes esperamos tener algún tipo de respuesta del Gobierno a nuestra acción", ha señalado el portavoz de los afectados, quien ha advertido de que si esta comunicación no se produce, mantendrán igualmente la protesta "sin fecha ni hora de caducidad".

Para su encierro, el colectivo de afectados ha organizado turnos rotatorios de entre 70 a 80 vecinos "para estar en todo momento presentes y visibles en el Consistorio".

Rugama ha reconocido que las primeras horas de encierro fueron "largas y duras" y también que poco a poco se están acostumbrando a la situación.

"La primera noche nos acomodamos como pudimos en los asientos de la sala, pero acabamos tirando mantas para dormir en el suelo que, aunque está duro y frío, el cuerpo se termina aclimatando", ha confesado.

Respecto a las comidas, Rugama ha detallado que los que están de guardia comen en el Ayuntamiento, mientras que el resto acude a su casa para intentar mantener las instalaciones lo más limpias posible.

"El ánimo de los manifestantes es óptimo", ha recalcado, al tiempo que ha mostrado su satisfacción porque están sintiendo el apoyo de familiares y vecinos de la zona.

Por el contrario, Rugama ha lamentado las opiniones de quienes sostienen que este tipo de protestas "no van a parar a nada" y ha apuntado que el resultado se verá al final.

"En toda España existen muchos colectivos que se encierran en sitios públicos y algunos no consiguen sus objetivos pero otros sí, y nosotros no vamos a ser menos", ha afirmado. EFE

1011217

Mostrar comentarios