Obama se enfrenta a la historia en simbólico viaje a Vietnam y Japón

El presidente estadounidense Barack Obama buscará pasar una página en la historia de su país con Vietnam y Japón cuando inicie el lunes una gira a esos dos países, incluyendo una visita a Hiroshima, lugar del primer ataque nuclear en el mundo.

Este será el décimo viaje de Obama a la región asiática. El mandatario ya llegó a referirse a sí mismo como el "presidente del Pacífico", y ve el futuro de su país estrechamente ligado a esa región del mundo.

Pero aún con aliados como Vietnam y Japón, la sangre y el dolor del Siglo XX aún resuenan.

En Hanoi y Ciudad Ho Chi Minh, Obama tratará de mejorar las relaciones con un país dinámico y emergente, pero que para la mayoría de los estadounidenses sigue relacionado con muertes y guerra.

El punto central de la visita será el levantamiento del embargo de armas estadounidenses a Vietnam, un vestigio sobreviviente de la guerra que terminó en 1975.

En Japón, Obama participará de una cumbre del G7 y hará historia al ser el primer presidente estadounidense en ejercicio en visitar Hiroshima, donde su predecesor Harry Truman ordenó arrojar la primera bomba atómica, en 1945.

El viaje a Hiroshima inevitablemente vuelve a reavivar el debate sobre si la decisión de Truman, que marcó una época, fue justa o no.

Muchos estadounidenses aún creen que, aunque provocaron la muerte de 140.000 japoneses, los ataques nucleares a Hiroshima y Nagasaki impidieron un baño de sangre todavía mayor, que habría ocurrido con una invasión a Japón.

En contrapartida, sobrevivientes del desastre nuclear demandan un pedido de disculpas, paso que la Casa Blanca ya adelantó que no está dispuesta a dar.

Obama "cree que es importante admitir la historia, es importante mirar directamente a nuestra historia, y es importante que tengamos un diálogo sobre historia", dijo Ben Rhodes, un auxiliar del presidente.

Obama iniciará su visita el lunes en Hanoi, sede del gobierno comunista vietnamita.

Allí, Obama se reunirá con el presidente Tran Dai Quang, con el primer ministro, y con el líder de la asamblea nacional y secretario general del Partido Comunista, Nguyen Phu Trong.

Trong y Obama ya se reunieron en julio pasado, cuando el líder vietnamita fue recibido en el Salón Oval de la Casa Blanca.

Las discusiones también deberán centrarse en las tensas disputas marítimas entre Vietnam y su vecino gigante, China.

Para Murray Hiebert, del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales en Washington, "Vietnam quiere y necesita la modernización militar, y aprecia la tecnología militar estadounidense como una fuente de fortalecimiento estratégico".

De acuerdo con el analista, Vietnam "no solo precisa construir una fuerza efectiva de contención ante la agresividad china, sino que también prefiere reducir gradualmente su dependencia de sistemas diseñados por Rusia".

Al mismo tiempo, en la Casa Blanca restan preocupaciones sobre la represión política, y funcionarios próximos al gobierno apuntan a que cualquier desafío al Partido Comunista es enfrentado con un puño de hierro.

Por ello, diplomáticos estadounidenses han presionado por la liberación de detenidos políticos como una señal de que el gobierno de Hanoi puede beneficiarse de armamento avanzado proveniente de Washington.

Obama también viajará a la Ciudad Ho Chi Minh, antigua capital de Vietnam del Sur y actualmente considerado uno de los mayores polos económicos del país.

Desde allí, viajará a Ise-Shima, en Japón, para la cumbre del G7, antes de trasladarse a Hiroshima, una visita que hasta hace pocos años habría sido considerada demasiado controvertida para ser considerada.

En opinión de Hugh Gusterson, de la Universidad George Washington, Obama "está viajando porque actualmente es posible. Hace 20 o 30 años, no habría sido posible".

Esto porque "solamente el simbolismo de que un presidente estadounidense vaya allá era más de lo que cualquier estadounidense podría soportar".

Se espera que Obama visite el parque Memorial de la Paz de Hiroshima, y ofrezca una breve declaración centrada en la desnuclearización.

El presidente llegó a la Casa Blanca con la intención de reducir las reservas estratégicas de armas nucleares estadounidenses, pero adoptó una posición más cautelosa al verificar que Rusia no estaba dispuesta a dar pasos recíprocos.

"Tenemos una responsabilidad moral y única, como el único país del mundo que alguna vez usó bombas nucleares, de impedir el futuro uso de esas armas", dijo Rhodes.

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