Tres semanas después sigue sin haber verificación del número de víctimas por la bomba de EEUU en Nangarhar

  • Tres semanas después, testigos y periodistas de la agencia Reuters han sido incapaces de encontrar evidencias claras de los daños materiales y humanos causados por los 9.797 kilos de explosivos de la mayor bomba no nuclear lanzada por el Ejército estadounidense en la provincia afgana de Nangarhar a principios de este mes.
Reuters/EP
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Las fotografías y videos de los periodistas de Reuters que pudieron acercarse al lugar muestran una ladera entera arrasada por el fuego, árboles quemados y estructuras de ladrillos en ruinas. Pero no dan ninguna pista del número de víctimas que dejó la bomba o de sus identidades.

Especialmente destacable es el hecho de que los testigos de la agencia británica no han podido encontrar un cráter ni cuerpos visibles en la escena. No obstante, los testigos solo pudieron observar el lugar a varios metros de distancia por el peligro que aún entrañaba la zona.

La bomba GBU-43 Massive Ordnance Air Blast (MOAB), coloquialmente conocida como 'Madre de todas las bombas', fue lanzada contra túneles fortificados usados por presuntos combatientes del Estado Islámico. Desde entonces el acceso al sitio ha estado controlado por las fuerzas estadounidenses, que están luchando contra el grupo terrorista junto al Ejército afgano.

Los funcionarios afganos afirman que aproximadamente 100 milicianos habrían muerto a causa de la bomba. Sin embargo, la lejanía de la zona, la presencia de combatientes del Estado Islámico y de las fuerzas de seguridad estadounidenses han dejado estas cifras sin verificar.

El ataque llega cuando el presidente Donald Trump había puesto el foco en el Estado Islámico, y es parte de una operación para eliminar a todos los combatientes del grupo terroristas de las montañas del borde entre Afganistán y Pakistán.

En marzo las fuerzas de Estados Unidos dirigieron 79 ataques antiterroristas contra el Estado Islámico en Nangarhar, matando 200 milicianos, según el Mando militar estadounidense en Kabul.

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