La comunidad internacional se da cita en Bruselas este jueves para recabar ayuda financiera para contribuir a la estabilización de República Centroafricana, que sale de un conflicto armado de tres años tras haber logrado restablecer el orden constitucional y completado con éxito una transición democrática.
El objetivo principal de la conferencia es recabar "un apoyo significativo" de la comunidad de donantes para ayudar al país a "restablecer la paz y seguridad, renovar el contrato social y revitalizar la economía", han explicado fuentes europeas, que recuerdan que el país se enfrenta a "desafíos humanitarios significativos" y necesita más ayuda para "cubrir muchas necesidades" y "para lograr una recuperación y paz duraderas en un contexto nacional y regional extremadamente desafiante". "El objetivo es recabar el máximo posible de ayuda", han reconocido las fuentes.
El país africano sufre desde 2013 episodios de violencia marcados por la división entre comunidades religiosas y etnias. La frágil transición y el ascenso a la Presidencia de Faustin-Archange Touadera, que tomó posesión en marzo, no han resuelto las tensiones subyacentes.
Cerca de un tercio de la población del país se ha visto desplazada por la violencia interétnica desde 2013 en el país. Según datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), unos 467.000 centroafricanos están registrados como refugiados en el extranjero --más de la mitad en Camerún, aunque también en República Democrática del Congo, en el este de Chad y la República de Congo y hay 385.750 desplazados internos, incluidos 238.513 que viven en 92 campamentos--.
República Centroafricana necesitará 3.161 millones de dólares (unos 2.960 millones de euros) entre 2017 y 2021 para cubrir sus necesidades, de acuerdo con el plan nacional de recuperación y para consolidar la paz.
La cifra incluye una partida de 461 millones de dólares para restablecer la paz, incluido el desarme de milicias, 1.326 millones de dólares para relanzar un contrato social y garantizar los servicios básicos a la población y otros 1.224 millones de dólares para promover el relanzamiento económico.
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, y el presidente de República Centroafricana inaugurarán la conferencia, a la que acudirán 75 países y representantes de organizaciones internacionales, entre ellos, el vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson, y el vicepresidente del Banco Mundial, Jan Walliser.
En la cita internacional, las autoridades centroafricanas presentarán a la comunidad de donantes su estrategia nacional y sus prioridades para avanzar en la estabilización y desarrollo del país durante los próximos cinco años y también sus compromisos de reformas, a cambio de la ayuda.
Touadera ha confiado en que "los amigos de República Centroafricana" movilicen "los recursos necesarios" para ayudar al país a "salir de la crisis" y ha agradecido el apoyo que ha prestado la Unión Europea hasta ahora en declaraciones a la prensa a su llegada a la conferencia de donantes.
FRANCIA ANUNCIA LA PRIMERA CONTRIBUCIÓN
El secretario de Estado de Asuntos Exteriores y Desarrollo francés, André Vallini, ha anunciado que Francia movilizará "85 millones de euros adicionales" para apoyar la recuperación del país entre 2017 y 2019, tras recordar que el Gobierno galo ya ha aportado 75 millones de euros desde 2014 para el país centroafricano, al tiempo que ha pedido al resto de donantes "acelerar" el desembolso de las ayudas comprometidas y que ha augurado que serán "importantes". "Estamos ahí para ayudar a República Centroafricana a condición de que ellos mismos se ayuden", ha dicho.
Aunque no ha avanzado la cifra de ayuda que movilizará la Unión, la jefa de la diplomacia europea ha dicho que "la Unión Europea va a continuar su apoyo de forma extraordinario con todos los medios", incluido "ayuda humanitaria, ayuda a la seguridad" y ha celebrado que el país haya podido "pasar página" al conflicto armado. "Hay futuro, hay esperanza", ha dicho.
La Unión Europea ha movilizado más de 500 millones de euros para ayudar al país centroafricano desde el estallido de la crisis en 2013, entre ayuda humanitaria, ayuda al desarrollo y apoyo a la seguridad.
Los Veintiocho desplegaron una misión militar para contribuir a asegurar los distritos de la capital más peligrosos por la violencia interétnica y el aeropuerto que albergaba en sus cercanías un campo de refugiados en abril de 2014, durante un año, hasta la llegada de la misión de mantenimiento de la paz de la ONU (MINUSCA), que cuenta con casi 12.000 efectivos, y en julio lanzaron una nueva misión de entrenamiento de las fuerzas centroafricanas. El objetivo es formar a cuatro o cinco batallones en los próximos dos años.
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