Las mujeres de Gaza buscan su libertad en la blogosfera

  • En la Franja de Gaza son muy pocas las personas con acceso regular a internet, pero ello no impide que algunas mujeres residentes en ese territorio le estén sacando provecho a la blogosfera para transmitir al mundo su visión sobre Gaza y lanzar su queja abierta por un bloqueo que complica su vida y la de otros 1,5 millones de palestinos.

La bloguera Lina Al-Sharif, en una playa de Gaza (Imagen cedida por L. Al-Sharif)
La bloguera Lina Al-Sharif, en una playa de Gaza (Imagen cedida por L. Al-Sharif)
lainformacion.com

Lina Hesham Al-Sharif tiene 21 años y lleva tres describiendo sus sensaciones y compartiendo su realidad en Gaza, desde que Israel impusiera el bloqueo a la Franja en principio para tratar de evitar el mercadeo de armas.

"En las noticias de la televisión están centrados en la violencia de Gaza. Yo quería enseñar que tenemos vida en Gaza. Tratamos de sacar lo mejor de lo que tenemos, que son condiciones muy duras y en algunos casos inhumanas", explica Lina al otro lado de la línea telefónica.

En su casa, donde vive con sus padres y su hermano, tiene teléfono –aunque hay días que sufren cortes de luz de cerca de nueve horas- e internet. Pero no es algo habitual.

Entre la Franja de Gaza (donde hay 1,5 millones de habitantes) y Cisjordania (con 2,5 millones de habitantes) acumulan 2,4 millones de teléfonos móviles y unos hay unos 356.000 usuarios de internet, según datos del World Factbook de la CIA. Teniendo en cuenta el bloqueo que sufre Gaza, la mayoría de estos móviles y usuarios de internet estarán en Cisjordania.

Luchando por un futuro

Lina Al Sharif estudia Literatura Inglesa en la Universidad Islámica de Gaza, fundada en 1978 y una de las dos universidades principales además de varias escuelas universitarias que existen en los 360 kilómetros cuadrados de la Franja, ninguna de ellas pública.

"La Universidad no ofrece las mejores condiciones, pero la calidad de la institución y los servicios es muy buena si la comparas con la situación [general de la Franja de Gaza]", asegura Lina, que recuerda que las instalaciones disponen de una biblioteca (con 100.000 ejemplares) y ordenadores para los estudiantes.

El empleo de su padre como gestor de una ONG ha permitido a la familia poder pagar la matrícula de una universidad con 20.600 estudiantes, pero más del cuarenta por ciento de la población de este territorio está en paro.

Cuando habla sobre su futuro profesional, asegura que intenta no pensar en las altas tasas de desempleo, porque cuando lo hace, se deprime. "El inglés te proporciona una buena posibilidad para encontrar trabajo (…). Creo que si trabajo duro, puedo encontrar un empleo", se anima a sí misma después de haber renunciado a estudiar lo que realmente ansiaba: periodismo.

Sin tiempo que perder

Lina parece ser la bloguera más constante en sus relatos sobre Gaza. Otra mujer, de 52 años y sin nombre conocido, escribe un blog mucho más combativo, que empezó con motivo de la operación Plomo Fundido de Israel sobre Gaza y que no ha vuelto a escribir en él desde hace un año. "No tengo mucho tiempo para escribir sobre mí ahora mismo. Hay cosas mucho más importantes que hacer", se presenta en su blog.

Sí desvela que abandonó su país natal, el Reino Unido, hace ya tiempo convencida de que tenía que luchar por la causa palestina y en defensa del "mundo musulmán".

Mona El-Farra es otra bloguera de Gaza, que escribe cuando puede en su blog From Gaza, with Love, algo que no sucede muy a menudo.

Esta madre de 56 años vive sola en Gaza, mientras sus hijos estudian en Manchester (Reino Unido), y dice en su último post –de febrero- que aún tiene que aprender a defenderse sola para poder bloguear. Esta médico y activista por los derechos humanos, en especial los de las mujeres, cuenta que escribir en el blog es una forma de evadirse, igual que hacer deporte.

Dificultades del bloqueo

Asegura que cuando pasea por la costa sobre las 5 de la madrugada, observa a los pescadores "mientras luchan por sobrevivir y veo a los barcos israelíes patrullando el mar mientras acosan y disparan contra los botes palestinos".

Cierto o exagerado, de lo que no cabe duda es de que elbloqueosobre Gazay la delimitación del acceso al mar para los palestinos a tan sólo unas millas de la costa ha mermado notablemente la industria pesquera, la principal, de la Franja.

La alimentación es otro de los problemas. "Las tiendas aquí están llenas de todo tipo de productos que conseguimos a través de los túneles [clandestinos] de la frontera con Egipto", asegura El-Farra. Pero tanto ella como Al Sharif coinciden en que el problema es que la mayoría de la gente no puede permitirse pagar por esos productos.

La estudiante palestina espera que la muerte de los activistas turcos en el asalto israelí a la flotilla humanitaria hace unas semanas no sea en balde. "Al menos hay más voces que están repitiendo que el bloqueo es ilegal. [Los activistas] no murieron por nada", afirma.

El cielo es la única vía de escape

Aunque Lina se esfuerza por destacar los aspectos amables u optimistas de su vida en Gaza, se siente atrapada y controlada por el bloqueo israelí. Tanto, que cuando se asoma por la ventana de su casa, prefiere no fijarse en los edificios que se amontonan unos al lado de otros sin apenas árboles a la vista y elevar su mirada al cielo.

"Cuando miras al cielo, con ese azul, esos colores, es precioso. Te hace sentir que puedes formar parte de algo fantástico".

Preguntada por el Gobierno de Hamas, grupo al que tanto la Unión Europea como Estados Unidos califican de organización terrorista, Lina Al-Sharif no tiene ni buenas ni malas palabras para ellos. Bajo su punto de vista, el único gobierno que realmente rige en la Franja es el israelí. "El verdadero Gobierno es el bloqueo, la destrucción", sentencia convencida.

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