En frontera indo-paquistaní, las familias se inquietan por tensa situación

Ya van dos años que Ghulam Ali, repartidor de leche, viaja entre India, en donde vive, y Pakistán, en donde se encuentra la mujer con la que contrajo matrimonio esperando reagrupar a su familia en un mismo lugar, una perspectiva que el aumento de tensión entre las dos potencias nucleares aleja.

En el puesto fronterizo de Wagah, en el Penjab, principal punto de paso terrestre entre los dos vecinos enemigos del sur de Asia, Ghulam espera poder cruzar para ver a su mujer, una paquistaní, y a su hijo.

Desde su boda, intenta sin éxito obtener para ellos un visado para que puedan vivir con él en Rajastán.

"Nuestras familias viven en la misma región desde hace generaciones", lamenta este musulmán de 40 años. "Somos parte de un mismo pueblo", separado en la sangrienta división de 1947.

A pesar del aumento de la tensión entre India y Pakistán en la disputada región de Cachemira, Ghulam conserva la esperanza de poder, algún día, "mostrar a mi mujer su nuevo hogar, India".

Ghulam expresa su deseo de que los gobiernos indio y paquistaní "permitan que la gente como nosotros, que tienen familia del otro lado de la frontera, no tengan problemas para viajar y reunirse".

En tiempos normales la carretera que va de la ciudad de Amritsar, en donde se encuentra el Templo de Oro sij, al puesto fronterizo de Wagah está repleto de 'rickshaws' y taxis.

Pero los últimos tiempos está casi desierta. Vendedores de té y puestos restaurantes de calle han cerrado.

La localidad es célebre por su ceremonia marcial de cierre de la frontera en donde soldados paquistaníes e indios, cada uno de su lado de la línea de demarcación, bajan las banderas de sus países vivados por entusiastas públicos patriotas.

La ceremonia fue prohibida brevemente al público luego de los "bombardeos" indios en Cachemira la semana pasada, que provocaron la ira de Islamabad.

La operación militar india tuvo lugar luego del ataque del 18 de septiembre a una base india en Cachemira que costó la vida a 19 soldados, el más mortífero en la región en más de una década.

India y Pakistán se disputan la región de Cachemira, de mayoría musulmana. Decenas de miles de personas, en su gran mayoría civiles, murieron en este conflicto que ya dura siete décadas.

Arrastrando unas bolsas repletas de dulces y regalos, Mohamad Iftakar y su familia esperan en el exterior del edificio de la aduana para poder cruzar al lado paquistaní para visitar familiares.

En 1993 Mohamad contrajo matrimonio con Aarafa, habitante de Lahore en el Penjab paquistaní. Sus dos familias se conocían desde hace años.

La llevó a vivir con él en Nueva Delhi, en donde crían a sus dos hijos.

"Las agencias de inteligencia y los grupos yihadistas en Pakistán no quieren la paz, pero el resto de la gente es como nosotros", explica Mohamad.

Éste recuerda aún con nerviosismo el cierre de la frontera por India en 2001 tras el mortífero ataque al Parlamento en Nueva Delhi.

Los paquistaníes "nos aman, y quieren que nuestros dos países sean cercanos", lamenta este indio, prisionero de los vaivenes entre estos dos Estados, al igual que más de mil millones de habitantes del subcontinente.

Mostrar comentarios