Aoun promete que "nadie será excluido" en caso de que acceda a la Presidencia de Líbano

EUROPA PRESS

En una rueda de prensa conjunta, Aoun ha dado las gracias a Hariri, líder del Movimiento Al Mustaqbal, resaltando que ha llegado a acuerdos con él "para garantizar el éxito de la misión y ayudar a Líbano a superar la crisis".

"Esperamos restablecer la seguridad y la estabilidad de Líbano y que el país reviva económicamente", ha agregado, prometiendo que "no habrá acuerdos entre dos, tres o cuatro partes, sino un acuerdo único sobre la gestión de los asuntos del país".

El líder del FPM ha respondido así a las críticas del presidente del Parlamento, Nabih Berri, quien ha acusado a Aoun y Hariri de buscar un acuerdo para compartir el poder y "marginalizar al chiísmo político".

Berri, líder del partido AMAL, ha sido crítico con el acuerdo presuntamente alcanzado por los líderes del FPM y Al Mustaqbal, que implicaría el nombramiento de Hariri como primer ministro a cambio de su apoyo a la candidatura de Aoun a la Presidencia.

"Creemos que los que se oponen ahora fundamentan su oposición en errores de concepción previos. Nadie será excluido, y no trataremos con nadie de forma maliciosa", ha remachado Aoun.

Aoun ha contado desde el principio con el apoyo del partido-milicia chií Hezbolá --aliado de AMAL--, mientras que Hariri ha apoyado primero al líder de Falanges Libanesas, Samir Geagea, y posteriormente al líder del Movimiento Marada, Suleiman Franjieh.

El respaldo de Hariri, sin embargo, no es definitivo para garantizar la elección de Aoun, que aún se enfrentará a la oposición de importantes voces como la de Berri.

El propio Berri ha adelantado este mismo jueves tras hablar con Aoun que sus "diferencias" respecto a su candidatura "no echarán a perder una amistad", según ha informado el diario local 'An Nahar'.

El sistema político libanés contempla que la Presidencia del país debe ser ocupada por un cristiano, mientras que el primer ministro debe ser suní y el presidente del Parlamento, chií.

La falta de acuerdo sobre el sucesor de Michel Suleiman --quien abandonó el cargo en mayo de 2014-- ha llevado al país a sufrir el vacío presidencial más largo en su historia, si bien la situación no ha derivado en un conflicto armado, tal y como ocurrió en 1988 y en 2008.

En las dos ocasiones anteriores, las diferencias a la hora de seleccionar al presidente se saldaron con acuerdos regionales, una opción que parece distante en estos momentos debido a la inestabilidad que sufre Oriente Próximo.

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