Mónica G. Prieto: "La única manera de combatir a Estado Islámico" es formar un gobierno no sectario en Irak

  • Cree que sería interesante investigar por qué EEUU requisó las armas largas a los agentes del CNI que luego murieron en un ataque
EUROPA PRESS

La corresponsal de guerra española Mónica García Prieto ha asegurado este jueves que "la única manera de combatir" a Estado Islámico en Irak pasa por "obligar a formar un gobierno no sectario" en el país, al tiempo que ha subrayado que enviar más armas no debe ser la solución porque las bajas colaterales que causan contribuyen a que aumenten los milicianos que se incorporan a las filas del grupo terrorista.

"Enviar más armas a Irak no es la solución", ha asegurado García Prieto. "Una ideología no termina con bombas. Cuantas más bajas civiles y cuantas más bajas colaterales haya con estas bombas, más candidatos y más potenciales reclutas para Estado Islámico, con lo cual es muy complicado. La única manera de combatir a Estado Islámico es obligar de alguna forma a formar un gobierno no sectario en Irak", ha explicado.

Mónica García Prieto y Javier Espinosa son los autores de 'La semilla del odio', un libro editado por Debate en el que condensan diez años de crónicas y reportajes periodísticos en territorio iraquí, desde la invasión militar estadounidense hasta la llegada de la violencia sectaria y el surgimiento de Estado Islámico.

El libro es la continuación de 'Siria. El país de las almas rotas', en el que los dos reporteros exponían su visión sobre la guerra en este país, en el que Espinosa permaneció seis meses secuestrado por Estado Islámico junto al fotógrafo Ricardo García Vilanova.

García Prieto ha incidido en que, tras la invasión estadounidense, no se debería haber dado el poder a los partidos religiosos chiíes. "Desde que se entrega el Gobierno a religiosos chiíes, a partidos religiosos chiíes formados y financiados desde Irán, y se le da a Irán la capacidad de influencia que tiene en Irak, lo que ya es una ganancia a la que no va a renunciar, siempre vamos a tener una comunidad negada y reprimida por una mayoría que se ha dejado devorar por un odio sectario en Irak", ha explicado.

IRAK HA PASADO "DE UNA DICTADURA BRUTAL AL CAOS"

Por su parte, Espinosa ha dejado claro que Irak, desde la invasión de las tropas estadounidenses, "ha ido a muchísimo peor". "Han pasado de una dictadura brutal al caos. Con Sadam Husein, existía un Estado. No hay que justificar para nada lo que fue Sadam Husein, que fue un dictador, pero existía un Estado. Hoy en día no existe un estado. Hoy en día es un grupo de reinos de Taifas, de milicias, de grupos étnicos, en el que la participación es de facto y se va a enfatizar aún más si realmente los kurdos llevan a cabo la votación por su independencia", ha indicado.

En su opinión, Irak es en la actualidad "un Estado totalmente disfuncional", "carcomido por la corrupción, tomado por milicias y donde el elemento sectario" es "básico". Espinosa ha subrayado que la invasión de Estados Unidos supone un momento "crucial" para Irak porque entonces su historia podía haber cambiado "a mejor" pero, en lugar de eso, "se cambia hacia la catástrofe absoluta" porque los estadounidenses permiten "el pillaje", disuelven el Ejército y no protegen las instalaciones.

El corresponsal de guerra ha recordado que en el mundo musulmán se tiende a considerar que "frente al caos siempre es mejor una dictadura" y eso es precisamente lo que cree que se encontraron los ciudadanos iraquíes.

Yaroub, que ha trabajado como traductor de García Prieto y Espinosa en sus despliegues en Irak y que vive como refugiado político en Noruega tras abandonar el país hace una década, ha incidido en esa misma línea y ha recordado que los ulemas desaconsejan rebelarse contra un "sultán" cuando la consecuencia directa pueda ser "el caos".

García Prieto ha explicado que la "violencia sectaria" hizo desaparecer el "tejido social iraquí" y terminó generando "un flujo de refugiados extremo", alcanzando cifras de hasta tres millones de iraquíes abandonando el país.

En este sentido, Espinosa ha dejado claro que el "odio sectario" llegó a Irak como consecuencia directa de las "políticas sectarias" impuestas por los estadounidenses, que eligieron a la gente "según su adscripción sectaria". "Esa elección por cuotas sectarias empieza a crear una división en la sociedad. La gente empieza a percibir cosas que antes no percibía", ha señalado.

Yaroub ha explicado que él mismo ha tenido que aclarar en varias ocasiones ante los estadounidenses a qué secta religiosa pertenecía, una circunstancia que antes de la invasión no tenía importancia en su vida diaria.

ATAQUE CONTRA LOS AGENTES DEL CNI

Uno de los capítulos de 'La semilla del odio' narra la entrevista que mantiene García Prieto con Abu Abdulrahman, al que identifica como el líder de un grupo terrorista salafista que reivindica haber sido el responsable del ataque que acabó con la vida de siete agentes del CNI en Irak en noviembre de 2005.

En el libro, García Prieto señala que Alberto Martínez, el jefe del equipo del CNI que sufrió la emboscada, le dijo meses antes que el Ejército de Estados Unidos les había requisado las armas largas que tenían. "Sería muy interesante investigar por qué el Ejército norteamericano les quitó las armas largas. Recuerdo que el enfado de Alberto era por pensar que les estaban tratando como aliados de segunda. Aquí hay aliados de primera y de segunda. Porque los británicos tenían muy claro que estaban invadiendo un país y España iba de misión humanitaria en zona hortofrutícola", ha dicho.

Tras recordar que ese ataque fue "el golpe más duro" que ha sufrido la Inteligencia española, García Prieto ha dicho que con su relato solo pretende que "se sepa la verdad". Espinosa ha indicado que el tema de Irak es algo que los políticos españoles no quieren "reabrir".

"Reabrir el caso de Irak no solamente sería reabrir el caso del CNI, sería reabrir la responsabilidad de lo que pasó en el caso del CNI. En ese caso, en ese suceso hay responsabilidades muy graves, fallos muy, muy graves. Había responsables políticos y responsables de la misma entidad que tendrían que haber asumido sus errores", ha indicado. "Nunca he oído en mi vida ese tipo de desplazamiento de todo un equipo. Ahí hay errores estratégicos muy graves que se tendrían que haber asumido y nunca se asumieron", ha apostillado.

García Prieto y Espinosa han denunciado además el trato "injusto" que recibió el traductor iraquí Flayeh al Mayali, un chií que estuvo detenido y encarcelado con los militares estadounidenses bajo la acusación de haber esta implicado en la emboscada y que luego quedó libre sin que nadie le reparara por lo que ha sufrido.

"Fue un chivo expiatorio y hace falta sentido común. El ataque se produce en Latifiya, una zona suní donde los chiíes no tienen ninguna influencia. El grupo armado que lleva a cabo el ataque es un grupo salafista, que no se relaciona con otras comunidades. Era una cuestión de sentido común. Un chií no va a tener nada que ver con un ataque de esas características. Quisieron buscar un cabeza de turco", ha señalado.

García Prieto cree que lo más importante que dijo el supuesto 'cerebro' del ataque que acabó con la vida de los siete agentes del CNI es que confirmó que fue "un blanco de oportunidad". "Desconocían la nacionalidad, desconocían qué tipo de función jugaban", ha dicho.

Espinosa ha recordado la peligrosidad de esa zona, en la que ya se habían registrado varios ataques. "Esa zona se llamaba el triángulo de la muerte porque era una zona en la que había decenas y decenas de casos de ataques. Ataques a diario. Casi todos los convoyes que pasaban por allí los atacaban", ha asegurado.

"En un contexto de invasión en el que nosotros participábamos de forma activa no es extraño que siete agentes u ocho agentes murieran en un ataque. Lo bonito sería que se depuraran responsabilidades", ha concluido García Prieto.

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