Netanyahu advierte de que no aceptará dictados de la ONU y recrimina su "farsa moral"

EUROPA PRESS

Netanyahu se ha subido al atril de la Asamblea General de Naciones Unidas poco después de que lo hiciese el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y sin dar muestras de que pueda haber un cambio inminente de políticas para poner fin al actual estancamiento.

El primer ministro israelí ha criticado a Abbas por poner de nuevo sobre la mesa la Declaración Balfour, redactada por Reino Unido en 1917, y por exigir una disculpa un siglo después. Netanyahu ha acusado al dirigente palestino de estar "atascado en el pasado" y ha alertado de una posible denuncia contra Reino Unido.

El jefe del Gobierno de Israel ha emplazado a Abbas a plantear cualquier crítica no en la ONU sino en la Knesset (Parlamento israelí), donde le ha ofrecido a pronunciar un discurso. Netanyahu ha apuntado que él estaría dispuesto a hablar en el Parlamento palestino, según medios locales.

Durante su alocución de este miércoles, Netanyahu ha insistido en que cualquier resolución del conflicto debe llegar a partir de los esfuerzos sobre el terreno y no mediante dictados externos. "El camino para la paz pasa por Jerusalén y Ramala, no por Nueva York", ha señalado, en alusión a la sede de Naciones Unidas.

El primer ministro israelí ha criticado con dureza el papel de una organización que "se ha convertido en una farsa moral". A este respecto, se ha defendido de quienes le critican desde la ONU alegando que la comunidad internacional debería seguir los pasos de Estados Unidos y ver a Israel como un aliado.

Netanyahu ha aprovechado para tender la mano a los países árabes, "aliados por la seguridad, la prosperidad y la paz". "Por primera vez en mi vida, muchos otros estados de la región reconocen que Israel no es su enemigo", ha dicho, en un mensaje contra el "enemigo común" que representan, a su juicio, Irán y el grupo terrorista Estado Islámico.

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