En el cuarto informe que elabora la ONU sobre el impacto del conflicto armado en Filipinas en los niños se describen los "significativos progresos" en la "protección de niños y niñas", si bien han señalado que a pesar de estos avances todavía existen "violaciones" contra los menores.
En octubre de 2012 el Gobierno filipino y el grupo rebelde alcanzaron un acuerdo de paz que puso fin a un conflicto que se había cobrado, hasta entonces, la vida de más de 120.000 personas en 40 años. No obstante, tres años antes del histórico pacto, las dos partes firmaron un plan de acción para poner fin y evitar el reclutamiento y uso de menores en el conflicto armado en la región del Mindanao, la zona musulmana de Filipinas.
Desde entonces, más de 1.850 niños han sido identificados y desmovilizados formalmente, según este informe. Gamba ha instado al MIL a "aprovechar el impulso actual para aplicar por completo el plan de acción y reforzar las salvaguardias necesarias para evitar futuros reclutamientos de menores".
Asimismo, la representante ha celebrado la determinación del Gobierno en el mismo sentido, que ha reforzado su marco legal para abordar las violaciones contra menores estableciendo una comisión multiagencia para supervisar, informar y responder a este tipo de violaciones.
En el documento, el secretario general, António Guterres, ha pedido al Gobierno a utilizar de forma activa "estas herramientas" para garantizar que las investigaciones sean independientes, integrales y rápidas sobre cualquier violación que se cometa contra menores de edad.
MUERTES Y MUTILACIONES
No obstante y a pesar del progreso conseguido, la ONU ha subrayado que aún continúan siendo una preocupación las muertes y mutilaciones en menores de edad, con un total de 116 casos documentados.
"La mayor parte de los incidentes han sido resultado de fuego cruzado, de metralla o artefactos sin explotar, pero otros han sido por ataques directos a menores", según han explicado en la oficina de Gamba.
Por otro lado, la ONU también ha alertado del "alto número" de ataques llevados a cabo en escuelas o contra profesores, y del incremento de asaltos contra comunidades indígenas.
"Utilizar escuelas con objetivos militares es inaceptable", ha criticado Gamba. "A los niños debe garantizársele el acceso seguro a la educación", ha concluido.
ACUERDO HISTÓRICO
Las conversaciones de paz entre el Gobierno filipino y el MILF, una escisión del Frente Moro de Liberación Nacional (MNLF), comenzaron en 1997, cuando ambas partes acordaron un alto el fuego. Sin embargo, quedaron suspendidas en 2000, cuando el entonces presidente, Joseph Estrada, declaró una guerra abierta a este grupo rebelde.
No fue hasta 2011, tras un pronunciamiento por parte del MILF en el que aseguraba que ya no buscaba la creación de un estado independiente en esta zona del país, cuando las conversaciones de paz volvieron a coger ritmo. En 2012 las partes alcanzaron un acuerdo 'marco' que allanó el camino para la sustitución de la Región Autónoma en el Mindanao Musulmán (ARMM) por la nueva entidad política Bangsamoro.
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