Las fuerzas iraquíes recurren al asedio y las acciones furtivas para expulsar a Estado Islámico de Mosul

  • Las fuerzas iraquíes están usando el asedio y las tácticas furtivas para expulsar a los milicianos de Estado Islámico de la Ciudad Vieja de Mosul, según ha explicado un general iraquí, en un intento por minimizar las víctimas entre los cientos de miles de personas que están atrapadas en esta zona de la ciudad.
Reuters/EP
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"La mayoría de las casas de la Ciudad Vieja son muy antiguas y sus calles y avenidas son muy estrechas", ha explicado a Reuters el general Abdul Ghani al Assadi, comandante de las unidades antiterroristas iraquíes en Mosul. "Así que para evitar bajas civiles estamos usando el asedio, pero eso no significa que no entraremos en la Ciudad Vieja", ha añadido.

Al Assadi ha indicado que sus unidades se están conteniendo de enfrentarse con fuerzas enemigas en posiciones donde los milicianos retienen a civiles como escudos humanos "Usando métodos muy cuidadosos, liberaremos a nuestra gente de Daesh", ha añadido, usando el acrónimo en árabe de Estado Islámico.

Las fuerzas gubernamentales han rodeado a los milicianos en el noroeste, incluida la Ciudad Vieja, donde se encuentra la mezquita Gran al Nuri en la que su líder, Abu Bakr al Baghdadi, declaró el 'califato' sobre los territorios de Irak y Siria bajo control del grupo terrorista en 2014.

Los milicianos están respondiendo a la ofensiva utilizando bombas trampa, ataques con motos bomba, francotiradores y fuego de mortero, empleando de forma ocasional proyectiles con gases tóxicos.

Con los suministros de alimentos y agua cada vez más escasos en los barrios de Mosul todavía bajo control de Estado Islámico, hasta medio millón de personas continuarían atrapadas allí, entre ellas unas 400.000 solo en la Ciudad Vieja, según las estimaciones de la ONU.

La coordinadora humanitaria de la ONU para Irak, Lise Grande, dijo a Reuters la semana pasada que los enfrentamientos en la Ciudad Vieja podrían provocar una "catástrofe humanitaria, quizá la peor" en los tres años de guerra para acabar con Estado Islámico en Irak.

Mosul, la mayor ciudad del norte de Irak, fue capturada por Estado Islámico a mediados de 2014, pero las fuerzas gubernamentales han conseguido recuperar buena parte de ella, incluida la mitad que se encuentra en la orilla oriental del Tigris desde que lanzaron su ofensiva el pasado mes de octubre.

Al Assadi ha señalado que la batalla debería terminar "muy pronto, si Dios quiere" pero ha declinado ofrecer un calendario. "Esta es una guerra de guerrillas no una guerra convencional así que no podemos estimar cuánto nos llevará; Daesh está luchando casa por casa", ha destacado

El Ejército iraquí estima que en Mosul quedan unos 200 o 300 milicianos de Estado Islámico, en su mayoría extranjeros, en comparación con los alrededor de 6.000 que había cuando comenzó la ofensiva. Los milicianos "no se permiten ser capturados", ha explicado Al Assadi. "Vinieron para morir y la mayoría de ellos están ahora en el infierno", ha remachado.

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