ELN acusa a gobierno de Colombia de demorar diálogos de paz

La guerrilla ELN acusó al gobierno de Colombia de demorar la formalización de los diálogos de paz anunciados a finales de marzo con exigencias de "última hora", como el fin del secuestro, dijo un líder del grupo armado en un entrevista difundida este viernes.

"Hay que actuar de acuerdo a lo que pactamos. Tenemos unas reglas de juego, trabajemos con eso y todos esos asuntos que preocupan más a una u otra parte, llevémolos a la mesa", dijo Pablo Beltrán, miembro de la delegación de paz del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), en conversación con el portal del grupo rebelde (eln-paz.org).

Tras anunciar el 30 marzo el paso a una fase pública de negociaciones con el ELN después de dos años de diálogos informales, el presidente Juan Manuel Santos aseguró que la mesa no se constituirá mientras que esa guerrilla siga recurriendo al secuestro.

"Hay que reconocer que el gobierno hizo un cambio de método: antes venía colocando el tema de las retenciones como una exigencia y ahora ya lo coloca como un punto de negociación", agregó sin embargo Beltrán, tras asegurar que los representantes de la guerrilla y del gobierno se reunieron el pasado martes.

El representante del segundo grupo insurgente de Colombia aseguró también que el ELN "está listo para acudir a Ecuador", donde se prevé instalar la mesa de negociaciones, y que "el tiempo que se demore en hacer ese inicio de las discusiones corre por cuenta del gobierno".

Además de Ecuador, está previsto que las pláticas se desarrollen también en Venezuela, Chile, Brasil y Cuba, que junto con Noruega serán los garantes de esta negociación, similar a la que se adelanta con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) en La Habana desde 2012.

Casi mes y medio después del anuncio de la próxima instalación del diálogo con el ELN, la fecha de inicio de las negociaciones es aún incierta.

El conflicto colombiano ha enfrentado durante más de 50 años a guerrillas, paramilitares, miembros de la fuerza pública y grupos del narcotráfico, dejando hasta ahora un saldo de alrededor de 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados.

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