"Paz completa" en Colombia, un camino que se vislumbra arduo

El camino hacia una "paz completa" en Colombia se vislumbra arduo, con los anunciados diálogos con el ELN suspendidos hasta la liberación de un rehén, y la amenaza de mayor violencia tras un ataque con dos muertos atribuido a esta guerrilla.

"Esta negociación no será fácil y el arranque será aún más difícil. No es sencillo superar 50 años de guerra y cinco intentos de paz fallidos", dijo a AFP Ariel Ávila, de la Fundación Paz y Reconciliación.

El presidente Juan Manuel Santos se apresta a negociar con el ELN, segunda guerrilla del país, mientras avanza hacia un nuevo acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el principal grupo insurgente, tras el sorpresivo rechazo en un plebiscito al histórico pacto sellado con esta organización marxista, también alzada en armas desde 1964.

El mandatario, reciente Nobel de la Paz, se mostró optimista este viernes sobre las perspectivas de lograr pronto un nuevo pacto con las FARC, tras liderar consultas con los opositores con miras a contemplar sus reclamos.

"Todo está dicho y todo está estudiado. Es cuestión de buena voluntad y de tomar decisiones. Esto se puede lograr en días", señaló en una alocución televisada.

Ni una palabra dijo sin embargo sobre el ELN, con el que tenía previsto instalar una mesa pública de conversaciones el jueves.

A la ceremonia inaugural en Quito no viajó finalmente la delegación del gobierno, luego de que Santos decidiera aplazar el lanzamiento de las pláticas hasta tanto la guerrilla no libere "sano y salvo" al excongresista Odín Sánchez, retenido desde abril.

"En cierta forma se puede hablar de una 'silla vacía' al revés, pero temporal", explicó Carlos Alfonso Velásquez, analista y conferencista sobre conflicto armado y paz.

Este profesor de la Universidad de la Sabana se refirió así al famoso episodio de 1999, cuando el extinto líder de las FARC, Manuel Marulanda ('Tirofijo'), no se presentó en la apertura de los Diálogos del Caguán con el presidente Andrés Pastrana.

"Todavía no se puede leer como un fracaso. Pero lo será si las conversaciones no inician el 3 de noviembre. Y el ELN lo sabe", apuntó Velásquez.

Para el próximo jueves sigue agendado el comienzo formal de las pláticas con esta guerrilla guevarista en una antigua hacienda en las afueras de Quito. Pero este viernes el jefe negociador del ELN negó que el compromiso asumido ha sido entregar a Sánchez antes de lanzar las pláticas.

"Durante el transcurso de la primera ronda en Quito se hará la liberación de este señor. Ese es el compromiso", dijo a Blu Radio el comandante Pablo Beltrán, nombre de guerra de Israel Ramírez.

Analistas coincidieron en que lo ocurrido en Quito es sólo un tropiezo.

"Es un impasse que se puede solucionar. Es un tema de construcción de confianza", indicó Ávila, quien sin embargo mencionó la "muy mala imagen internacional" que supone la fallida instalación de los diálogos, que tienen como países garantes a Ecuador, Venezuela, Chile, Brasil, Cuba y Noruega.

Marc Chernick, politólogo y profesor de las universidades de Georgetown (en Washington) y Los Andes (en Bogotá), destacó el ánimo de paz del ELN, surgido a influencia de la revolución cubana y la Teología de la Liberación, y con unos 1.500 combatientes estimados, la cuarta parte de los miembros en armas que dicen tener las FARC.

"Siempre iban a ser difíciles estas negociaciones. Pero no creo que signifique tanto, los elenos están demostrando por primera vez voluntad de negociar", afirmó.

"Yo sigo pensando que la 'paz completa' es posible, a pesar de las dificultades", agregó.

Además del espinoso tema de los cautivos, persiste el riesgo de un recrudecimiento de ataques por parte del ELN, al cual el gobierno, en alto al fuego bilateral con las FARC en el marco del proceso de paz, sigue combatiendo.

El jueves, a la hora en que estaba prevista la suspendida inauguración en Quito, dos camioneros murieron en un "acto terrorista" del ELN en Arauca (este), según el Ejército, aunque los rebeldes no se lo adjudicaron.

"Esto es normal al inicio del proceso", opinó Jorge Restrepo, director de Cerac, que anticipó que la violencia "se recrudecerá" porque la guerrilla buscará demostrar fuerza.

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