Madaya, la ciudad siria en la que niños y mayores se mueren de hambre

    • Naciones Unidas confirmaba este jueves el permiso, por parte del régimen de Al Asad, de entrada a la ciudad siria para entregar ayuda humanitaria a más de 400.000 ciudadanos, entre ellos 850 bebés.
    • El bloqueo de la ciudad se ha convertido en uno de los principales temas para los líderes opositores sirios, todavía más después de la muerte de al menos diez personas por hambruna.
Imagen tomada del vídeo de Sophie McNeill corresponsal de ABC News
Imagen tomada del vídeo de Sophie McNeill corresponsal de ABC News

"Estábamos viviendo con hojas en los árboles y plantas pero ahora nos enfrentamos a tormentas de nieve y no hay más plantas ni hojas", narra Majed Alí, un activista opositor a la agencia de noticias de Reuters desde Madaya. La ciudad siria que se encuentra junto a la frontera con el Líbano y en la quecerca de 40.000 ciudadanos, entre ellos 850 niños, se mueren de hambre.#Syria 40.000 people in #Madaya town west of #Damascus dying like flies bc under regime hunger siege pic.twitter.com/CT0I1aMpm8— Mark (@markito0171) enero 4, 2016

Al menos diez personas han muerto por inanición en Madaya en las últimas semanas, según ha denunciado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Sin embargo, según denuncian activistas opositores el número de muertos por hambruna sería mucho más elevado.Los más afortunados comen arroz

La ciudad siria lleva más de seis meses, en octubre del 2015 recibió la última ayuda humanitaria, sacudida por la hambruna y la falta de suministros. Las imágenes que se han difundido por los medios muestran como los ciudadanos sirios se encuentran en situaciones extremas de salud. Adultos, jóvenes y bebés son sólo huesos. "Los más afortunados compran arroz con el dinero que les mandan sus familiares desde el exterior de los puestos de control gubernamentales", narra Ibrahim a La Vanguardia. La ciudad siria está cercada desde el mes de julio y controlada por el régimen gubernamental frente a la presión de los rebeldes moderados que se encuentran en las inmediaciones.

Según este activista, "el kilogramo de arroz puede alcanzar los 200 dólares en esos puntos y la leche en polvo es casi un bien de lujo por el que se pagan unos 400 dólares".Just got sent this video from a Dr who says he filmed this today in his clinic in the besieged town of #Madaya Syria pic.twitter.com/yxTvSS9A4E— Sophie McNeill (@Sophiemcneill) enero 6, 2016Los menos, se suben a los árboles en busca de hojas que comer

"Vivimos como animales. Nos subimos a los árboles para arrancar sus hojas o cortar hierbas para hervirlas. Entre la basura he llegado a ver piel y restos de huesos de gato", relata por teléfono Abou Ahmed a El País. Ahmed es padre de seis niñas. "No se ve un solo niño jugando en la calle. Mis hijas están postradas todo el día por los suelos sin energía para moverse", cuenta el ciudadano en el rotatorio.

"La gente, esquelética, camina como espectros por la calle. Algunos ya se abandonaron. Permanecen todo el día tumbados en su cama, con la mirada fija esperando su muerte", narra Ali Ibrahim a El Mundo desde Madaya. "Esta mañana un amigo me reconoció que había tenido que matar a un perro para alimentar a sus hijos", explica Ibrahim a el diario español.And this is the other video he sent me. Children, elderly, adults are starving he says #Madaya#Syria@sams_usapic.twitter.com/KdG7Y0fmwt— Sophie McNeill (@Sophiemcneill) enero 6, 2016Quinto año de guerra

Más de 250.000 vidas se ha saldado ya esta guerra que alcanza su quinto año. Más de 15 Madayas en las que cerca de 400.000 personas mueren de hambre por falta de ayuda. Esta ciudad es una moneda de cambio más en una guerra en la que todos los bandos cercan las ciudades para poder así derrotar al bando contrario. Se trata de una táctica en la que los civiles son las principales víctimas.Cercados en una ciudad en la que se mueren de hambre

El ejército sirio, las milicias chíies libanesas de Hizbulá y cientos de minas rodean la ciudad siria de Madaya, dentro no solo se muere de hambre, más de una veintena de personas han muerto al intentar buscar la salida de un lugar en el que han crecido, han creado sus sueños, pero en el que ahora la gente se muere. Según el diario El Mundo, hace cuatro días Amal Diab, embarazada, junto con su hijo de 14 años, intentó huir de la ciudad cuando el estallido de una mina alertó a los francotiradores que no dudaron en abatirlas.

En octubre del pasado año, tras un pacto entre Turquía e Irán, se decretó el alto al fuego y se permitió la evacuación de varios civiles, sin embargo se prohibió la entrada de ayuda humanitaria a Madaya. Además, según afirmó Naciones Unidas, en la última entrega de alimentos, en el mes de octubre, se entregaron, por error, galletas caducadas a la ciudad siria. Hecho que causó indigestión a varios ciudadanos.Una prisión al aire libre

"Madaya es una prisión al aire libre para los 20.000 bebés, niños y mayores que viven en la ciudad. No hay entradas, ni salidas, la gente es abandonada para morir", ha lamentado el director de operaciones de MSF, Brice de le Vingne. "Las personas que llegan a nuestros centros médicos presentan heridas de bala o de minas terrestres, unas heridas que sufren al intentar abandonar la ciudad", aunque algunas mueren en el intento.

Tras conocerse la noticia de que el régimen sirio permitirá el acceso de ayuda humanitaria a Madaya, MSF ha solicitado a las autoridades que se permita el acceso "sin trabas" y "sostenido" de los suministros médicos. "Una única distribución no aliviará los problemas que se desarrollarán en los meses venideros", ha alertado la organización.

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