Las autoridades electorales han certificado el triunfo en las elecciones locales del 2 de octubre conseguido en Srebrenica por Grujicic, que lideraba la candidatura conjunta de los partidos serbobosnios y que sostiene que el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) no ha llegado a demostrar que en esa localidad se cometiera un genocidio, a pesar de que hay sentencias de esa corte que así lo declaran y hay responsables de la matanza cumpliendo condena por esos hechos.
Grujicic ha conseguido imponerse en las urnas por un estrecho margen, por algo más de 700 votos, al candidato presentado por los partidos bosniacos (musulmanes bosnios), el actual alcalde de la localidad, Camil Durakovic, que ha anunciado este lunes en rueda de prensa que rechaza su derrota y que va a recurrir el resultado, ya que considera que hay unos 2.000 votos que no han sido contabilizados y que le otorgarían la victoria.
La victoria del candidato serbobosnio en las elecciones de Srebrenica tiene especial importancia porque fue la localidad que sufrió el genocidio y porque allí siguen regresando familias para vivir en las casas que abandonaron por la matanza y que quieren honrar la memoria de los miles de cuerpos enterrados en el Memorial de Potocari, el cementerio creado en el lugar donde empezaron las ejecuciones de musulmanes.
Srebrenica está integrada en el territorio de la República Srpska, la entidad serbia de Bosnia y Herzegovina, y tanto las autoridades serbobosnias como las de la vecina Serbia siguen negándose a reconocer que la masacre perpetrada en los primeros días de julio de 1995 por los militares bajo mando del general Ratko Mladic sea un genocidio.
En su comparecencia ante la prensa, Durakovic, que fue uno de los supervivientes del genocidio, ha dejado claro que no acepta su derrota y ha anunciado que recurrirá el resultado porque tiene "pruebas" que demuestran que hay que contar los "2.000 votos" que no se han contabilizado y que beneficiarían a su candidatura. "Vamos a insistir en el recuento de votos", ha afirmado, según informa el diario bosnio 'Oslobodenje'.
En los primeros días de julio de 1995, los militares serbobosnios bajo mando del general Ratko Mladic tomaron el control de Srebrenica, una localidad con mayoría de población musulmana en la que se habían refugiado cientos de civiles bosniacos. Tras separar a las mujeres, los ancianos y los niños de los hombres, las tropas serbobosnias mataron a más de 8.000 varones y enterraron en sus cuerpos en fosas comunes, en muchos casos desenterrándolos posteriormente para trasladarlos a otras fosas y dificultar así las labores de identificación.
Desde entonces, las autoridades bosnias, con el apoyo de la comunidad internacional, trabajan en el proceso de localización de fosas e identificación de restos mortales y ya han conseguido entregar a las familias y sepultar a más de 6.500 víctimas del genocidio.
La mayoría de los cuerpos descansan en el Memorial de Potocari, frente a la fábrica de baterías donde los militares serbobosnios separaron a los hombres del resto de personas para llevárselos a ejecutar, tras la salida de los 'cascos azules' holandeses destinados en ese cuartel para proteger a los civiles desplazados.
Los familiares de víctimas del genocidio ya han manifestado su temor ante la posibilidad de que la llegada a la Alcaldía de un político serbobosnio que niega la magnitud de la que ha sido la mayor matanza en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
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