Guédiguian reflexiona sobre "justicia, venganza y perdón" tras el genocidio de Armenia en 'Una historia de locos'

  • El cineasta francés Robert Guédiguian reflexiona sobre cuestiones como "justicia, venganza y perdón" en el filme 'Una historia de locos', que se estrena en los cines españoles este viernes 24 de febrero, y está basado en el libro 'La bomba', en el que el periodista español José Antonio Gurriarán narra su experiencia tras el atentado perpetrado por un grupo terrorista armenio en Madrid en 1980.
Guédiguian reflexiona sobre "justicia, venganza y perdón" tras el genocidio de Armenia en 'Una historia de locos'
Guédiguian reflexiona sobre "justicia, venganza y perdón" tras el genocidio de Armenia en 'Una historia de locos'
EUROPA PRESS
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Según ha explicado el director este miércoles 22 de febrero durante su visita a Madrid, esta película reivindica la memoria del genocidio de Armenia --ocurrido entre 1915 y 1923, y que nunca ha sido reconocido por Turquía-- y aborda las consecuencias del movimiento de liberación ESALA, responsable de más de 80 atentados, entre ellos el que tuvo lugar en la capital a escasos metros del lugar en el que ha tenido lugar esta entrevista.

'Una historia de locos' arranca con el asesinato en Berlín en 1921 del responsable del genocidio armenio y posterior juicio, en el que el autor de los hechos es absuelto tras describir minuciosamente lo que le ocurrió a su pueblo. Setenta años más tarde, un joven de origen armenio comete un atentado en París contra el coche del embajador de Turquía, en el que otro hombre es herido de gravedad. La madre de este terrorista decide ir a visitar a la víctima al hospital.

Guédiguian, director entre otras producciones de 'Las nieves del Kilimanjaro', ha señalado que se trata de una historia concreta pero "universal", porque las cuestiones que plantea "conciernen a todos los pueblos" en la medida en la que han tenido conflictos, como puede ser en España con la Guerra Civil o el terrorismo de ETA.

En su caso concreto, el director francés es hijo de un armenio y de una alemana, por lo que, según bromea, "los genocidios son cosa de familia". Tal y como ha señalado, la aniquilación que vivieron los habitantes de este país está "latente" en las personas de origen armenio y "lamentablemente" constituye desde 1915 "un elemento de la identidad" que se suma a la religión y el idioma.

Esto se traduce en "una extraña melancolía" y en una sensación "difícil de describir" según la cual uno piensa que ha llegado a este mundo "por casualidad" y porque su antepasado "sobrevivió", como si se tratara de un milagro". "Creo que harán falta más de mil años para que desaparezca porque es muy difícil pensar que estuvimos a punto de desaparecer", ha señalado.

Preguntado por el título de este filme, 'Una historia de locos', el cineasta cree que la locura tiene un antídoto: "El reconocimiento del genocidio por parte de Turquía". "En ese momento todos los armenios del mundo volverán al pueblo donde vivían sus bisabuelos e incluso comprarán la parcelita de sus antepasados", ha dicho.

DE LA BOMBA DE GRAN VÍA A ARMENIA

Robert Guédiguian vio en la historia que el periodista José Antonio Gurriarán narra en 'La bomba' le daba la posibilidad de "hablar al mundo entero sobre el genocidio armenio y sus consecuencias". Gurriarán, quien entonces era subdirector del diario 'Pueblo', presenció un atentado en la Gran Vía madrileña cuando iba al cine con su pareja. En aquel momento, decidió entrar en una cabina telefónica para avisar a un fotógrafo y otro artefacto colocado en aquel lugar explotó, por lo que fue herido de gravedad.

Según ha relatado el propio periodista a Europa Press desde la sala de un hotel cercano al lugar de aquel atentado, tras aquel suceso decidió buscar a los autores del atentado y conocer las motivaciones que tenían para atentar. Gurriarán no está seguro de si actuó de esta forma movido por el "síndrome de Estocolmo" o por simple "curiosidad de periodista", pero está convencido de que, ante todo, en aquellos años sentía "ilusión por la democracia".

"No se pueden justificar las bombas, pero sí entender por qué se colocan", ha explicado el periodista, quien no se preocupó tanto por "quién" estaba detrás de estas masacres, sino las razones que las sustentaban, a pesar de reconocer que los movimientos terroristas "nunca han conseguido nada", y los únicos movimientos que realmente han influido han sido "pacifistas".

Precisamente, cuando Gurriarán conoció a este grupo les regaló un libro de Martin Luther King y espera que sus páginas les animara a dejar la violencia. De hecho, celebra que abandonaran las armas y cumplieran sus penas, a pesar de que Turquía no ha reconocido aquel genocidio cuya magnitud, según recalca, "fue como el Holocausto". En este sentido, celebra que el Papa Francisco haya pedido el reconocimiento de la masacre y advierte sobre una fuerza igual de devastadora: "El silencio".

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