Mulet, integrante de la delegación de la coalición en la marcha, ha reclamado a través de un comunicado que "el Estado español se replantee algunos de los acuerdos comerciales con países y empresas que no respetan los derechos humanos y alimentan al terrorismo yihadista", así como que "se implante la ética y una colaboración policial honrada y sincera".
"Nos produce mucha vergüenza coincidir en la manifestación con una familia, la Real, de la que se nos vetan preguntas sobre sus negocios con Arabia Saudí y sus privilegios, o con los herederos políticos de Aznar --expresidente del Gobierno--", ha aseverado.
Se trata de una situación, a juicio del parlamentario, de "una gran hipocresia, como también lo es que, en un material tan sensible como es el terrorismo, que se produzcan silencios y disfunciones con los juzgados u otorgar permisos de salida de la cárcel al imán de Ripoll, considerado el cerebro de los atentados y condenado por tráfico de drogas".
Entre estas disfunciones, Mulet ha apuntado la de que "no fluyese ni en la comunidad musulmana ni entre los juzgados o cuerpos de seguridad implicados sus antecedentes o su supuesta inclusión en el fichero de internos de especial seguimiento".
PIDEN "CORREGIR LO QUE PUDO FALLAR"
La coalición presentará en la cámara alta varias iniciativas para conocer las causas y "corregir lo que pudo fallar" en la cadena de información sobre su vinculación con la actividad terrorista, con el objetivo de "mejorar la capacidad de realizar seguimientos a los condenados por incitación a la violencia y terrorismo".
"No nos resignamos a unas mejores relaciones entre juzgados, fiscales y cuerpos de seguridad para que puedan abordar sin fisuras ni recelos la actividad yihadista", ha afirmado el senador, que cree que esto "obliga a España a cuestionarse sus relaciones con otros países".
Según él, "a pesar que solo se interesan por Venezuela, el Estado español mantiene vínculos de toda clase y vende armas a países en los que no se respetan los derechos humanos más esenciales, y que incluso apoyan la actividad terrorista como la que recientemente ha golpeado sin compasión a la ciudad de Barcelona".
En cualquier caso, Carlos Mulet ha incidido en que "la radicalización ya no es cosa de grupos marginales o aislados, sino de ciudadanos, en este caso de Ripoll (Girona), que estaban completamente integrados en el pueblo, por lo que alguna cosa está fallando".
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