Por eso, el prelado de la Diócesis cántabra ha manifestado su "rotunda condenada" a todo tipo de violencia. Y en este sentido, ha recordado que "nunca jamás se puede matar en nombre de Dios", ha sentenciado en un comunicado.
En su lugar, Sánchez Monge considera que "siempre es momento de seguir trabajando por la paz y por la justicia", una tarea que deben de promover "todos las personas de buena voluntad".
El obispo de la Iglesia cántabra se ha sumado al comunicado emitido por la Conferencia Episcopal Española, y ha pedido igualmente a los fieles que recen por las víctimas y sus familias, al tiempo que expresa su apoyo a toda la sociedad que es "atacada con este tipo de acciones", en este caso concreto a los ciudadanos de Barcelona y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
En el texto de la CEE se condena "cada muestra de terrorismo; una práctica "intrínsecamente perversa, del todo incompatible con una visión moral de la vida, justa y razonable". "Estos atentados no sólo vulneran gravemente el derecho a la vida y a la libertad, sino que es muestra de la más dura intolerancia y totalitarismo".
El comunicado de la Conferencia concluye pidiendo a todos los creyentes que oren para "pedir a Dios que conceda el descanso eterno a las personas fallecidas, restablezca la salud del resto las víctimas, dé consuelo a los familiares, llene de paz los corazones de las personas de buena voluntad y nunca más se repitan estas acciones despreciables".
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