"Las víctimas, entre ellas también niños, eran fieles que se desplazaban a un santuario para rezar y fueron asesinadas por haberse negado a renegar de su fe cristiana", ha señalado el pontífice sobre el atentado contra un convoy que transportaba cristianos coptos en Egipto.
"Que Dios guarde en su gloria estos valientes testigos, estos mártires y convierta el corazón de los terroristas", ha pedido el Papa.
El Pontífice ya había condenado "la brutal violencia" del atentado terrorista en Egipto el mismo día en que se produjo a través de un telegrama firmado -como es habitual- por el Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin.
Además, el Papa ha expresado durante el rezo dominical su "cercanía al querido hermano el Papa Tawadros II y a toda la nación de Egipto"; y ha asegurado también su oración por las víctimas "del horrible atentado del pasado lunes en Mánchester, donde tantas vidas jóvenes fueron destrozadas cruelmente". "Estoy cerca de los familiares y de cuantos lloran su desaparición", ha señalado finalmente.
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