Entre las 8.000 armas de guerra incautadas por la Policía había ametralladoras antiaéreas

La Policía Nacional desarticuló ayer una organización criminal a la que ha incautado más de 8.000 armas de guerra listas para venderse en el mercado negro a grupos terroristas y organizaciones de delincuencia organizada.

Según ha podido saber lainformacion.com entre las armas incautadas había fusiles de asalto de varios tipos, entre ellos los CETME, de fabricación española y usados por el Ejército español, 29 armas largas, varias armas cortas, varios cañones y diversa munición de distinto calibre. No obstante, una de las preocupaciones de los investigadores es el hallazgo de varias ametralladoras antiaéreas, capaces de derribar aeronaves, helicópteros... que vuelen a baja-media altura o mientras están efectuando maniobras de despegue o aterrizaje.

Así, los cinco detenidos, cuatro hombres y una mujer, todos de nacionalidad española, integraban una organización criminal dedicada a comprar legalmente armas de guerra inutilizadas que posteriormente reactivaban y ponían a la venta en el mercado negro.Compraban armas inutilizadas en subastas del Ejército

Su actividad fundamental consistía pues en la adquisición de las armas a través de cauces legalmente establecidos, para posteriormente adquirir las piezas necesarias para su reactivación y ponerlas en circulación de manera ilegal.

De esta manera, adquirían el armamento fundamentalmente en subastas públicas convocadas por el Ejército, la Guardia Civil o la Policía para dar salida a material inutilizado o incautado en operaciones.

Por ejemplo, cuando el Ejército renueva su armamento, subasta las armas viejas tras inutilizarlas. La Guardia Civil, por su parte, aunque no subasta armas inutilizadas, sí lo hace con piezas incautadas en operaciones o de coleccionistas que ya no las quieren. Por último, también se subastan armas que han sido incautadas en operaciones, pero solo se venden a personas que tengan licencia.Piezas compradas en Internet

Una vez adquiridas las armas, la red adquiría las piezas necesarias para su reactivación y las ponían en circulación de manera ilegal.

La organización criminal adquiría estas piezas mayoritariamente por Internet, aunque en ocasiones las adquirieron de fabricantes oficiales que las vendían a coleccionistas. Posteriormente, en Guecho (Vizcaya) ponían las armas a punto en un sofisticado taller para la manipulación y reactivación de estas armas.

Para no levantar sospechas ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, adquirían las armas empleando una empresa legal dedicada a la venta de material deportivo, pero que, sin embargo, carecía de la licencia necesaria para la venta de este tipo de componentes. Para pasar todavía más desapercibidos habían puesto a la empresa con sede en Cantabria un nombre relacionado con el mundo militar.Modus operandi copiado de Charlie Hebdo

Este “modus operandi” de adquisición de las armas fue el utilizado en los atentados cometidos en París el pasado 7 de enero de 2015 contra los trabajadores del semanario satírico “Charlie Hebdo”, en el que murieron doce personas e hirieron a otras once, todas ellas con armas de fuego rehabilitadas, adquiridas en su día en una armería eslovaca.

La operación tiene su origen en el seguimiento que los investigadores llevaron a cabo de las armas empleadas por un terrorista en el atentado contra el museo judío de Bruselas, el 24 de mayo de 2014, en el que resultaron muertas cuatro personas por los disparos de un ciudadano de nacionalidad francesa y de origen argelino.

Las detenciones se han producido en las localidades de Olot (Girona), Liendo (Cantabria), Galdácano y Guecho (Vizcaya).¿Qué pasará con las armas?

Ahora, es el juez quien debe decidir cuál será el futuro de las armas, aunque deberá esperar a que los investigadores realicen un inventario exhaustivo y analicen el origen de cada uno de los elementos hallados en los registros, tarea que será complicada debido a la enorme cantidad de material incautado entre armas completas, distintas piezas...

Igualmente, hasta que no finalice este inventario no se podrá saber con certeza cuánto dinero habrían obtenido los detenidos de haber logrado consumar la venta de estas armas. Otro problema añadido, según explican fuentes de la investigación, es que las armas no se venden a un precio fijo, sino que fluctúa en función del poder adquisitivo del destinatario. No se pone el mismo precio, por ejemplo, para una milicia kurda que para un terrorista del DAESH, al que se presume un mayor presupuesto. A pesar de ello, recalcan que las armas habrían alcanzado varios millones de euros en el mercado negro.

Si se toma como referencia el precio medio de un fusil de asalto en el mercado negro (2.000 euros, según las investigaciones tras los atentados de París), los arrestados ayer por la Policía Nacional habrían obtenido al menos unas ganancias de 16 millones de euros.El año pasado detuvieron al traficante de armas que aprovisionó al terrorista de París Coulibaly

No es la primera vez que los traficantes de armas eligen España como destino. En abril del año pasado, la Policía Nacional detuvo al responsable de la red de tráfico de armas que aprovisionó al terrorista francés Amedy Coulibaly, autor de los atentados de París del 8 y 9 de enero de 2015.El traficante huyó de Francia tras saberse cercado por la Policía hasta Málaga, donde finalmente fue detenido. Sin embargo, este destino no fue elegido al azar. No en vano Málaga es uno de los centros neurálgicos de tráfico de armas en España.En la ciudad andaluza confluyen las dos principales rutas de tráfico de armas y drogas en España. Fuentes de la lucha contra el crimen organizado explican a lainformacion.com que, por un lado, a Málaga llegan por el norte muchas armas procedentes de Europa y, por otro, viajan a través del Mediterráneo, principalmente originarias de Marsella o de la zona de los Balcanes. Esta última ruta, con el auge del yihadismo, también ha sido utilizada en el sentido inverso, es decir, para que las células yihadistas asentadas, sobre todo, en el norte de África, reciban armas desde Libia u otras zonas en conflicto. No obstante, los detenidos ayer por la Policía Nacional estaban asentados en Cataluña o el País Vasco, zonas de paso para estas rutas de tráfico de armas.