Un camión embistió a la multitud que celebraba la fiesta nacional en la Riviera Francesa y en una desenfrenada carrera de dos kilómetros mató a 84 personas, en un ataque que el presidente François Hollande calificó el viernes de "terrorista".
Ocho meses después de los atentados de París en los cuales kamikazes yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) mataron a 130 personas, las escenas de horror, con decenas de cadáveres alineados en el piso volvieron a golpear Francia a última hora del jueves.
En la cálida noche veraniega un camión blanco irrumpió a toda velocidad en el Paseo de los Ingleses, la rambla costera de Niza, que estaba abarrotada de familias para presenciar los habituales fuegos artificiales por el aniversario del inicio de la Revolución Francesa.
El vehículo de 19 toneladas avanzó dos kilómetros arrollando a su paso a los turistas, hasta que el conductor, que tenía una pistola y disparó varias veces, fue abatido por la policía.
"Era un caos. Vimos gente herida (...) escuchamos gritar a muchas víctimas", relató un reportero de la AFP que estaba en el sitio y evitó por poco ser atropellado.
La policía indicó que aún no se había podido corroborar la identidad del conductor, pero que en el interior del camión se encontraron documentos a nombre de un ciudadano franco-tunecino, de 31 años y domiciliado en Niza, ciudad vecina a Mónaco y cercana a la frontera con Italia.
Varias horas después del ataque, el camión blanco permanecía inmovilizado frente a un lujoso centro hotelero, con sus neumáticos perforados por balas y la puerta derecha repleta de orificios de proyectiles, constató un reportero de AFP.
El diputado francés Eric Ciotti describió "imágenes terroríficas en el lugar, una escena de horror absoluto, con muchos niños entre los muertos".
"Familias que compartían un momento de ocio fueron tomadas por blanco. Era un día simbólico en un lugar simbólico. La suma de estos dos símbolos fue lo que motivó el atentado", agregó el diputado
La desenfrenada carrera dejó al menos 84 muertos, señaló el viernes por la mañana el ministerio del Interior, que informó además de 18 personas heridas en "estado crítico" y "unos 50 heridos leves".
El "carácter terrorista" del ataque es "innegable", dijo la madrugada del viernes en una intervención televisiva el presidente Hollande, quien informó sobre varios niños muertos.
El jefe de Estado, quien regresó en la noche desde Aviñón a París para ponerse al frente de una célula de crisis, advirtió asimismo que, pese a los ataques, Francia "reforzará su acción en Siria e Irak", países donde combate a los yihadistas del Estado Islámico (EI).
"Nada nos hará ceder en nuestra intención de combatir el terrorismo. Vamos a reforzar nuestra acción en Siria e Irak. Vamos a seguir golpeando en sus reductos a quienes nos atacan en nuestro propio suelo", dijo Hollande.
La investigación de este ataque, que por el momento no ha sido reivindicado, fue tomada por la sección antiterrorista de la fiscalía de París.
Este es uno de los atentados más sangrientos cometido en Europa en los últimos años.
Antes de los atentados del 13 de noviembre, Francia ya había sido golpeada por la violencia yihadista en los ataques de enero contra la revista satírica Charlie Hebdo y un supermercado kósher, que dejaron 17 muertos y a los que siguieron varios otros ataques y tentativas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó firmemente la noche del jueves "lo que parece ser un horrible ataque terrorista" en Niza.
"Nos solidarizamos con Francia, nuestro más antiguo aliado, en momentos en que enfrenta este ataque", declaró Obama en un comunicado, y ofreció la ayuda de Estados Unidos en la investigación para hallar a los responsables de la tragedia.
La canciller alemana, Angela Merkel, expresó este viernes su solidaridad con el país vecino. "Alemania está con Francia en la lucha contra el terrorismo", dijo desde Ulan Bator, donde asiste a una cumbre Europa-Asia.
El presidente interino de Brasil, Michel Temer, dijo: "Hoy, más que nunca, somos todos franceses (...) Brasil se une a todos los que desean y luchan por la paz y la armonía en el mundo".
También el presidente de México, Enrique Peña Nieto, condenó el ataque. "México reprueba todo acto de violencia como el ocurrido en Niza".
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