Los retornados frustrados, objetivo número uno de la Policía

Los retornados frustrados, objetivo numero uno de la Policía
Los retornados frustrados, objetivo numero uno de la Policía

El presunto yihadista detenido hoy por la Policía Nacional en Valladolid ha puesto de manifiesto una nueva amenaza para la seguridad del Estado: los llamados retornados frustrados.

Se trata de individuos que, habiendo tomado la decisión firme de viajar a Siria o Irak para unirse al Estado Islámico, ven fracasar su plan, bien por acción de la Policía bien por otros factores ajenos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Su frustración les hace intentar atentar en su país de origen o residencia.

Así, el marroquí arrestado hoy por la Comisaría General de Información viajó hasta la frontera turco-siria, donde la Policía turca lo detuvo, desbaratando su plan de ser uno más de los combatientes del Califato. Una vez en libertad retornó a España con la intención de cometer una matanza.Su frustración les convierte en individuos muy peligrosos

Según explican fuentes de la lucha antiterrorista a lainformacion.com, este tipo de personas han pasado por procesos de reclutamiento y radicalización, a menudo a través de Internet.

Durante el proceso, reciben miles de mensajes idílicos sobre lo que significa el Estado Islámico, de ahí su decisión firme de viajar hasta ese territorio. "Normalmente estos individuos encuentran en el islamismo radical una salida al desencanto que sienten en su vida. Al no poder integrarse en las filas del Califato, la frustración que sienten se incrementa exponencialmente, lo que les convierte en individuos muy peligrosos", explican estas fuentes.

De esta manera, los retornados frustrados están más dispuestos a perpetrar un ataque dentro de su país de origen o residencia, ya que el odio adquirido con su radicalización se ve reforzado por su fracaso, en la mayoría de los casos propiciado por la acción antiterrorista y la presión policial en las rutas migratorias desde Europa hacia Turquía u otros países fronterizos.De 18 a 30 años y con trabajos poco cualificados

En Europa no existe una cifra exacta de retornados frustrados. Aunque sí se controla a aquellos que han sido detenidos en otros países cuando pretendían llegar al Califato, otros muchos no llegaron a emprender el viaje a pesar de tener todo preparado debido a la elevada amenaza que supone para ellos, lo que hace que el número sea muy difícil de definir.

Sin embargo, sí se sabe que al menos 175 personas se han desplazado desde España hasta lugares en conflicto para unirse a grupos yihadistas. De ellos, 18 son mujeres y 30 han muerto, mientras que 25 han vuelto a España; entre los retornados, hay 15 en prisión y 10 en libertad, aunque sometidas a una estricta vigilancia. 

El perfil más repetido de los combatientes extranjeros es el de un hombre entre los 18 y los 30 años, generalmente casado y con hijos. Antes de su marcha, suelen ser trabajadores poco cualificados, estudiantes de Formación Profesional o están en paro.

Además, destaca el hecho de que no eran musulmanes fanáticos hasta que entraron en un proceso de radicalización, incluso alguno estaba recién convertido al Islam.

Cerca del 80%, según un informe del Real Instituto Elcano, ya tenían antecedentes por participar en episodios de violencia callejera contra la policía o se han enfrentado a cargos de tráfico de drogas. De esta manera, se sienten decepcionados con Occidente, por la precariedad laboral o el desempleo. Más del 20% tenían problemas psicológicos antes de su captación.

Por otro lado, la Audiencia Nacional tiene abiertas 200 investigaciones sobre unas 400 personas relacionadas con el terrorismo.

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