El banco suizo UBS se convierte en el gran especulador en la opa de Iberia a Vueling

Dice el refranero español que "a río revuelto, ganancia de pescadores", y eso es lo que ha debido pensar el banco suizo UBS, que se ha convertido en el gran especulador en la opa de Iberia sobre Vueling.

Desde que se conoció la oferta de la aerolínea de bandera española sobre su participada, la entidad helvética se ha convertido en un activo bróker, con operaciones prácticamente intradía, que en algunos momentos le han llevado a controlar hasta el 3,73% del capital.

La sucesión de los hechos es la siguiente. El pasado 7 de noviembre, tras adelantar este diario que IAG -el holding fruto de la fusión de Iberia y British Airways- iba a aprobar al día siguiente lanzar una opa sobre Vueling, la compañía se vio obligada a reconocerlo esa misma tarde.

Llegó el 8 de noviembre; llegó la oferta sobre Vueling; y llegó la operativa de compras de UBS, que hasta ese día apenas controlaba 160.244 títulos de la aerolínea catalana (283 indirectos y 159.961 directos).

Apenas 24 horas después, el 9 de noviembre, la entidad contaba con 940.759 títulos más, lo que elevaba su participación a los precios de mercado de entonces a 7,5 millones de euros, un 585% más que el millón de euros que valía su participación al cierre del día anterior.

Suma y sigue, porque a la siguiente jornada bursátil, el lunes 12, reconoció otras 15.684 acciones más, lo que elevaba ya a 7,6 millones de euros su peso en Vueling.

Había llega el momento de empezar a hacer caja, y lo hizo desprendiéndose de 225.702 acciones en un momento en el que la cotización de la compañía era un 26% superior al del día anterior a la oferta, es decir, el 7 de noviembre.

Pero UBS no se conformó con esta revalorización y siguió operando todavía durante dos días más: el 15 de noviembre reconoció haber adquirido 34.756 acciones para, un día después, comunicar que había vendido el casi un millón de acciones directas (925.458 títulos) con los que había estado operando en las últimas sesiones por unos seis millones de euros.

Tras esta desinversión, sólo le quedaban los 283 títulos indirectos de su participación inicial, con una importante diferencia: ahora estos títulos valen un 26% más y, durante todas las jornadas de compras y ventas, ha jugado con rentabilidades de este rango.