ACS desmonta la herencia de Dragados para financiar sus aventuras eléctricas

  • Las ventas de Abertis y Dragados SPL son la máxima expresión de la estrategia que lleva años aplicando Florentino Pérez: conseguir millonarias plusvalías con activos de Dragados para utilizarlas en las compras eléctricas de ACS.
Ruth Ugalde

Apenas ocho años han bastado para ver cómo Dragados, otrora la mayor y más admirada constructora española, ha quedado cercenada a la mitad. Su dueño, ACS, ha utilizado gran parte de los activos históricos de Dragados para hacer multimillonarias plusvalías con las que financiar sus aventuras eléctricas.

Los últimos ejemplos de esta política de venta de activos son Las últimas, Dragados SPL y Abertis. La concesionaria catalana nació en 2003, fruto de la fusión de Acesa, las autopistas de La Caixa, con Aurea, las vías de pago de Dragados. Ambas decidieron dejar de lado su guerra por Iberpistas y unir fuerzas en una única compañía, que desde su nacimiento se posicionó como líder mundial.

Todos estos movimientos estaban siendo ya capitaneados por ACS, que en abril de 2002 se convirtió en el primer accionista de Dragados, al comprar el 23,5% del capital a Santander, y un año después se fusionó con ella.

Desde entonces, la compañía presidida por Florentino Pérez ha ido realizando selectas ventas de filiales de Dragados, con las que ha ido financiando sus nuevas aventuras, principalmente las eléctricas.

La primera gran venta llegó en 2006, cuando ACS vendió el 24,8% que poseía en Urbis a Reyal. La burbuja inmobiliaria del momento, sumada a la histórica cartera de Dragados, permitieron a la constructora inyectarse una plusvalías de 510 millones de euros.

Por aquel entonces, Florentino Pérez acababa de engullir Unión Fenosa y de entrar en Iberdrola con la compra del 10%. Tanto kilovatio necesitaba un enchufe de liquidez que la constructora encontró en la herencia de Dragados.

La sociedad de aeropuertos DCA y las concesionarias chilenas Autopista Central y Rutas del Pacífico le permitieron embolsarse otros 626 millones de euros de plusvalía. Pero el auténtico golpe de mano ha llegado este mismo mes de agosto, con la venta del 15,5% de Abertis y del negocio nacional de Dragados SPL.

Aunque ACS ingresará 2.300 millones por la venta de Abertis, un truco contable le permitirá anotarse la plusvalía equivalente a haberse desprendido del 25,8% de su participación, es decir, de 2.863 millones, a los que deben sumarse los 200 millones que conseguirá con Dragados SPL.

La constructora no ha querido desvelar qué importe de esta venta serán ganancias netas, pero la experiencia demuestra que la gran mayoría.

En Urbis, por ejemplo, el 63% de los 805 millones que ingresó por la venta fueron ganancia neta; en DCA, el margen se redujo a la nada despreciable cifra del 40%; mientras que en las autopistas chilenas se disparó hasta el 73%.

En el caso de Abertis y Dragados SPL, el carácter histórico de estas participaciones permite confiar en un elevado margen de plusvalía. Suponiendo que sólo la mitad de la venta sea ganancia neta, ACS conseguiría unos 1.500 millones.

Para hacerse un idea del alcance de esta operación, puede recordarse que la venta del 45% de Unión Fenosa reportó a la constructora una plusvalía de 1.800 millones de euros. Ahora, puede obtener una cifra similar sólo con la venta de una participación en Abertis, ya que ACS seguirá controlando otro 10%, y de una parte de sus puertos.

¿Y en el futuro, qué? La constructora todavía tiene en la recamara la posibilidad de desinvertir en sus filiales de servicios Clece y Urbaser. Esta segunda es la joya de la corona de la divisón, tras haber vendido los puertos de SPL, y curiosamente...viene de la cartera de Dragados.

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