T-Solar aplaza su salida a bolsa hasta después del verano

  • La compañía fotovoltaica ha decidido congelar su anunciado estreno bursátil hasta que se apruebe el nuevo marco de primas de las energías renovables, ya que las nuevas reglas de juego que baraja el Ministerio de Industria echan por tierra toda la financiación de sus proyectos.
Ruth Ugalde

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, puede granjearse el dudoso honor de haber enterrado el resurgir de las salidas a bolsa con el nuevo marco de primas de las energías limpias. Sobre todo, si el recorte afecta también a las inversiones realizadas en el pasado, como se teme en el sector.

Aunque Sebastián dijo el lunes que la nueva normativa se aplicará sin carácter retroactivo, algunas compañías desconfían de sus palabras. La duda radica en qué entiende el Gobierno por retroactividad. ¿No tener que devolver las primas cobradas en el pasado? Perfecto. Pero, ¿qué pasa con las que ya están concedidas y se van a cobrar en el futuro?

Esta incertidumbre ha llevado al Consejo de Administración de T-Solar a tomar la decisión de congelar su anunciado estreno bursátil hasta después del verano, cuando se prevé que entre en vigor la nueva normativa, que derogará el Real Decreto 661/2007. A partir de entonces, con todas las cartas sobre la mesa y las reglas claras, la compañía tomará una decisión.

Entre otros motivos, porque sigue trabajando con el escenario de salir a bolsa, el problema son los cambios de normas a mitad de la partida, la incertidumbre que provoca entre los inversores y el agujero que puede llegar a generar en la financiación de la empresa.

T-Solar tiene instalados 143 megavatios bajo el citado RD 661/2007, con una financiación a 25 años que, ahora, está en peligro si le aplican el recorte en los futuros cobros de esas primas. En el sector se estima que la rebaja para el conjunto de las renovables oscilará entre el 20% y el 25%, aunque se teme que en el caso concreto de la fotovoltaica alcance el 40%.

Este cambio de tornas pone en riesgo no sólo la financiación de los 1.070 millones que T-Solar lleva invertidos, sino también la capacidad para hacer frente a los 1.200 millones que la compañía preveía destinar a crecimiento en los próximos tres años, para multiplicar por cuatro su actual potencia instalada.

Estreno inminente

Aunque oficialmente T-Solar nunca se pilló los dedos y siempre dijo que su salida a bolsa sería en el primer semestre del año, sin concretar fecha, en el sector se esperaba que la operación se activara mañana jueves. De ahí la inminente decisión de aplazar la operación.

El objetivo de la compañía pasaba por colocar en torno al 30% del capital y recibir a cambio una inyección de 300 millones de euros. Para llevar a cabo esta operación, T-Solar ha contratado a Credit Suisse y Societe Généralé como asesores, mientras que Banco Sabadell y Mediobanca están en calidad de entidades colocadoras.

La incertidumbre generada por el cambio de primas de las renovables también ha puesto en jaque el mandado concedido por la empresa al banco de inversión Lazard para encontrar inversores, fundamentalmente en el sector del capital riesgo, que le aporten 100 millones de euros.

Esta segunda opción, que siempre había sido vista como una alternativa o un complemento al estreno bursátil, está infectada por el mismo virus que la colocación en el parqué: la incertidumbre que genera entre los inversores el cambio de las reglas de juego. Y si éstas se llevan a cabo, el problema que supondrá para todo el esquema financiero de la compañía.

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