Así quiere el BCE reactivar el crédito: poniendo a los bancos contra las cuerdas

  • La autoridad monetaria celebra mañana su reunión mensual y los expertos esperan la cita con una quiniela definida: podría bajar los tipos de interés un cuarto de punto, hasta el 0,75%, y eliminar la remuneración de los depósitos que tienen los bancos en el BCE para forzarles a que muevan su dinero hacia la economía real. Sin embargo, no esperan que anuncie nuevas megainyecciones de liquidez. Unas decisiones que ponen contra las cuerdas a bancos y políticos.

El presidente del Banco Central Europeo deja la puerta abierta a más medidas de apoyo económico
El presidente del Banco Central Europeo deja la puerta abierta a más medidas de apoyo económico
Ana P. Alarcos

El mercado está esperando con impaciencia su cita con el Banco Central Europeo. Mañana, la máxima autoridad monetaria en la eurozona celebra su reunión mensual sobre política monetaria y las apuestas sobre qué puede anunciar la institución no se han hecho esperar.

De momento, se impone este pronóstico: una rebaja de los tipos de interés y un mensaje de presión a los bancos para que, por fin, se reactive el crédito en la region.

"Se está descontando que la institución bajará los tipos de interés en un cuarto de punto (del 1% al 0,75%) y que podría eliminar las remuneraciones de los depósitos que tienen los bancos en ella para, así, forzarles a que muevan su dinero", adelanta Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Markets.

Parece que la reducción de los tipos de interés ya está siendo adelantada por algunos indicadores como el euríbor a doce meses, el índice de referencia de las hipotecas, que ayer marcó mínimos históricos en su tasa diaria al cerrar en el 1,21%. Normalmente, existe una distancia de medio punto entre el euribor y el precio del dinero, lo que significa que a si el primero se sitúa en el 1,2%, el segundo debería rondar el 0,7% (ahora está en el 1%).

De producirse esta medida, el defensor del euro hará historia, ya que la tasa nunca ha estado por debajo del 1%, el nivel en el que se mantiene desde diciembre.

Pero las perspectivas no se acaban aquí. Los expertos creen que, junto a esa medida, puede llegar el fin de las remuneraciones de los depósitos bancarios (conocidos en el mercado como depósitos overnight), cuya rebaja podría ser la misma que la de los tipos de interés: un cuarto de punto, desde el 0,25% hasta el 0%.

Con esta medida, la institución pondría la pelota en el tejado de las entidades financieras. ¿El motivo? Con ella, les presionaría para queno dejen su dinero estancado y lo utilicen para otras inversiones: la compra de deuda pública, el préstamo a otros bancos y el préstamo a particulares y empresas.

"Cada noche, entre 700.000 y 800.000 millones de euros duermen en el BCE y la institución quiere que ese dinero no esté quieto, sino que se mueva", puntualiza Pingarrón. Según los datos de Bloomberg, el pasado lunes la banca de la región tenía depositados 802.000 millones en la caja fuerte del organismo presidido por Mario Draghi.

En esta cifra apenas hay presencia española y, según los analistas, las mayores contribuciones corresponden a entidades alemanas y nórdicas. Al menos, los últimos datos oficiales del Banco de España dicen que la banca nacional tenía 36.830 millones en mayo. Apenas un 5% de esos 750.000 millones que, de media, duermen en el BCE.

Hay dinero, pero no se presta

Por eso los expertos insisten en que el problema de los bancos no es la liquidez (el dinero en sí), sino la falta de circulación (que los bancos no lo prestan). Un contratiempo que podría curarse con la medida que adelanta el mercado.

"La banca tiene suficiente liquidez, no olvidemos que la autoridad monetaria inyectó algo más de un billón de euros en las megasubastas a tres años de diciembre y febrero (conocidas como las dos LTRO). Lo complicado es que este dinero fluya a la economía y esto es lo que se busca con un plan así: empujar a los bancos a que reinviertan su dinero, y no lo dejen parado como hasta ahora", apunta Rafael Romero, director del departamento de inversiones de Unicorp Patrimonio.

Además, como recuerda Marián Fernández, responsable de estrategia de Inversis Banco, "con una decisión así, el organismo lanzaría un mensaje muy positivo: que los bancos centrales prestan dinero barato a las entidades para que éstas luego se lo dejen entre sí (por ejemplo, las alemanas a las españolas) y también lo trasladen a la economía real. Una cadena que ahora no se está cumpliendo".

El plan parece claro: el BCE acumula cuatro meses sin comprar deuda de los países de la eurozona y, desde entonces, ha habido un deterioro de las primas de riesgo de potencias como Italia y España, la tercera y la cuarta más importantes de la región, respectivamente. Un escenario que presiona de forma directa a las entidades financieras europeas, que son las principales compradoras de deuda de los países.

A esta coacción se suma la negativa de Draghi de inyectar más dinero al sistema mediante las ya citadas LTRO. Una jugada que completa retirando el único caramelo que les queda a las entidades financieras: el rendimiento que sacan por dejar guardado el dinero en la caja fuerte del BCE.

De ahí que el organismo esté acotando el margen de maniobra de los bancos (no alivia la presión sobre la deuda y no les da dinero a mansalva) y les esté incitando a reinvertir el dinero que tienen para ir generando más vía intereses.

Apoyo a la recuperación

Entonces, si el Banco Central solo quiere presionar a los bancos, ¿por qué se prevé que también baje los tipos de interés? La respuesta está en las cada vez más bajas perspectivas de crecimiento económico en la región para este año y el próximo. Y no podemos olvidar que, entre los objetivos del organismo, está apoyar la recuperación.

De hecho, una bajada de tipos se traslada a la economía real. Algo que se puede comprobar en el abataramiento de las hipotecas de los particulares o del crédito que debe devolver una empresa.

Pero, para contrarrestar esta medida y para evitar que gobiernos y bancos se relajen, Draghi tiene en su mano las tres medidas citadas: no hacer subastas, no comprar más bonos y no remunerar a los bancos por sus depósitos.

"Estas inyecciones podrían volver a producirse, pero no creo que sea ahora. El discurso de Draghi está siendo muy claro: no quiere ser el único que resuelva los problemas y va a intentar forzar a los políticos a que cumplan sus obligaciones. Él quiere ir al compás del resto, no ser el que tire del carro", confiesan fuentes de una entidad financiera.

No obstante, esto no significa que el BCE vaya a vetar este tipo de medidas. Es más, no se puede descartar que anuncie una similar en el futuro. Pero, por el momento, no parece que sea cercano.

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